El recientemente fallecido caricaturista Eduardo del Río, mejor conocido como Rius, toda una leyenda en el periodismo mexicano, revolucionó la historieta mexicana con Los Supermachos y Los Agachados, y nos legó, además, una extensa obra que no es fácil catalogar. Más de cien libros sobre hechos históricos, teorías políticas, salud, personajes de la historia explicados con una sencillez que envidiaría cualquier especialista en técnicas didácticas, ilustrados con divertidas viñetas.
Las historietas, en forma de cuentos, pusieron cada semana en manos del ciudadano común temas sumamente escabrosos para un país donde la censura era el pan nuestro de cada día: la corrupción de los políticos, los privilegios, la impunidad, la pobreza, el gobierno como fuente de muchos males ciudadanos; divertidos a más no poder, llenos de humor inteligente y creativo que recuperaba muchas aristas de la cultura popular. Este periodismo, que tenía muchos seguidores, no era del agrado del poder, pero Rius logró, como monero, hacerlo penetrar en los lectores.
Hacia el final de su vida escribió el libro autobiográfico Mis confusiones. Memorias desmemoriadas, que salió a la luz en 2014; en él narra historias fascinantes que acumuló en más de sesenta años de trabajo, lo que convierte a este libro en una atractiva mezcla de autobiografía y de historia nacional reciente.
Mis confusiones. Memorias desmemoriadas es una lectura infaltable para el gremio periodístico porque Rius ofrece una multitud de estampas del periodismo mexicano al narrar sus vicisitudes como monero. Con ello, en esta especie de confesionario, también se hace presente la política nacional que, para bien y para mal, siempre va de la mano de la prensa y de los periodistas. La lectura divertida y ágil de este libro, sin duda llevará a los lectores a volver a la obra de Rius.