El escritor español Javier Marías aprovechó hoy la presentación de su nueva novela, Berta Isla, para lanzar un alegato contra las nuevas herramientas de manipulación, la pérdida de «sustancia» de la sociedad y la destrucción del sistema educativo.
«Los medios para manipular hoy en día no tienen parangón con los de otros tiempos. A veces me paro a pensar qué habría sido del mundo si (el ministro de Propaganda nazi, Joseph) Goebbels hubiera tenido Internet, móviles y todo esto», se preguntó Marías.
El novelista recordó que los nazis lograron convencer a mucha gente en Alemania y otros países europeos «solo con la radio, la prensa escrita y algunos noticiarios y películas de Leni Riefensthal». «Con los medios actuales, la guerra la habrían ganado los nazis y el mundo sería nazi. Si es que no lo es de alguna manera. Porque el mundo actual ha incorporado mucho de los nazis», concluyó el también traductor y miembro de la Real Academia Española.
Marías ya había tocado el tema en diálogo con la revista de El País el domingo: «imagínate la capacidad de influencia que puede tener hoy alguien que organice bien todo eso y lo manipule bien… Todavía no nos ha aparecido Hitler, pero, bueno, nos ha aparecido Trump», dijo entonces riendo.
Considerado uno de los autores más respetados e internacionales de la literatura en español, Marías volvió a reflexionar hoy sobre el tema al presentar Berta Isla, su décimo quinta novela, una historia sobre «la fragilidad y la tenacidad de una relación amorosa condenada al secreto y la ocultación». Temas laterales de la novela, como la mayor facilidad con la que la juventud puede ser manipulada, inspiraron al autor una crítica encendida contra lo que consideró una pérdida de «sustancia» en la sociedad de hoy.
«Hace 25 años uno no salía a la calle y veía un señor de 70 años en pantalón corto haciéndose una foto de su propia oreja, o esas cosas que hacen los niños, por poner ejemplos inocuos», sostuvo el autor. «Ha habido una especie de ‘desustancialización’ de la gente, de superficialidad. Creo que tiene mucho que ver con las prisas, la inmediatez, la impaciencia, la falta de atención, que empieza a ser endémica. Cada vez me quedo más sorprendido con la dificultad de la gente para entender un artículo, incluso un sms».
Más allá de las nuevas tecnologías, Marías apuntó a otra causa anterior: «ha habido una deliberada destrucción del sistema educativo, no ya solo de este país -que desde luego-, sino en la mayoría de los países desde hace 25 o 30 años. Ha sido absolutamente nefasto y desgraciado», sostuvo. «Lo veo como una cosa muy peligrosa. Desde hace décadas se ha habituado a la gente a pensar cada vez menos por sí misma. Si la gente piensa cada vez menos por sí misma, dispuesta a recibir ideas y no cuestionarla, el panorama es cada vez menos halagüeño».