Recientemente un grupo de científicos de Dinamarca, Países Bajos e Italia realizaron un análisis químico de las muestras de un saco en el que, según una leyenda católica, san Francisco de Asís envió pan al monasterio de Folloni, en el sur de Italia. La leyenda se remonta al frío invierno de 1224. Según el mito, los frailes llevaban días aislados en el monasterio a causa de la nieve cuando una noche alguien llamó a la puerta. Al abrir vieron ante la puerta un saco de pan con la marca de una flor de lis, el símbolo de la corona francesa. La llegada del providencial pan, que les salvó de morir de inanición, tuvo lugar cuando san Francisco de Asís se encontraba en Francia, de manera que consideraron que el saco fue mandado por un ángel.
Los resultados del análisis han demostrado que el episodio podría ser más que una leyenda, ya que los científicos han confirmado que el saco podría haber sido confeccionado en la época de Francisco de Asís —que vivió entre 1181-1226—, y que realmente contuvo pan. Los investigadores publicaron sus descubrimientos el 18 de septiembre en la revista Radiocarbon.
La datación por radiocarbono de los fragmentos del tejido del saco ha demostrado que fue elaborado entre 1220 y 1295. Además, en las muestras se encontraron restos de ergosterol, un biomarcador común para muchos tipos de harina y productos elaborados a partir de ella. Los investigadores no pueden decir exactamente cuándo estuvo en el saco el ergosterol, pero no descartan que fuera en 1224.
Sin embargo, los científicos señalaron que su análisis no aborda la cuestión de cómo habría llegado el saco hasta el monasterio. “Es más una cuestión de la fe que de la ciencia”, cita sus palabras International Business Times.
“Las mediciones científicas no pueden probar una leyenda o una creencia. Lo que sí pueden hacer es desautentificar el objeto o mostrar una concordancia entre las pruebas físicas y químicas y la leyenda”, concluyeron los investigadores.