El autor de “El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, Miguel de Cervantes, tuvo una vida llena de andanzas dignas de su conocido protagonista. Hoy repasamos 8 curiosidades que probablemente desconocías en sus 68 años de vida.
¿Cómo era Cervantes físicamente?
A pesar de que discurren varios retratos, escultura o dibujos sobre él, lo cierto es que no existe ningún registro oficial de su verdadera apariencia, por lo que su aspecto físico sigue siendo un misterio.
Cervantes fue esclavo
Tras ser capturado por piratas bárbaros (1575), el escritor universal fue convertido en esclavo en Argel durante cinco años, hasta que, una vez pagado el correspondiente rescate (500 escudos de oro pagados por Fray Juan Gil), fueron liberados tanto él como su hermano. Corría el año 1580.
Un genio sin dinero
A pesar de que El Quijote es considerada la mayor obra de la literatura española y una de las más importantes de la literatura universal, Cervantes nunca recibió recompensa económica por escribir tan magna novela.
Cervantes y su relación con la Iglesia
Cervantes no se caracterizaba precisamente por ser un ferviente católico. Su oposición a la Iglesia era tan evidente que llegaron a excomulgarlo hasta en tres ocasiones.
El Quijote desde la cárcel
Cervantes tuvo que pasar breves períodos en prisión (en la cárcel de Sevilla) acusado de quedarse con parte del cobro de los impuestos de la Iglesia (malversaciónd e fondos). Ser cobrador de impuestos fue un oficio que desempeñó durante bastantes años. Durante estas estancias carcelarias, en 1597, comenzaría a escribir su obra clave: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
La tumba de Cervantes
Tras su muerte, el escritor fue enterrado en una tumba sin lápida ni nombre, por lo que su ubicación era desconocida. Sin embargo, en 2015, un grupo de científicos afirmó haber encontrado sus restos y los de su esposa, Catalina de Salazar, en el subsuelo de la cripta del convento de las Trinitarias de Madrid.
Cervantes era tartamudo
El propio escritor cuenta en el Prólogo de sus “Novelas ejemplares”, que era tartamudo, una circunstancia que, al parecer, marcó su humor. Lo cierto es que no participaba en actos públicos o círculos literarios como sus otros compañeros, pero se desconoce si la razón era precisamente su tartamudez.
Estuvo en la guerra
La batalla de Lepanto tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 . Se trató de un combate naval cerca de la ciudad griega de Návpaktos (Lepanto en italiano) en cuya batalla a batalla participó Miguel de Cervantes. En el conflicto, Cervantes resultó herido y perdió la movilidad de su mano izquierda, motivo por el que es conocido como el “manco de Lepanto”. El escritor se sentía muy orgulloso de haber participado en tal contienda.