Podrá ser un hallazgo arqueológico de grandes proporciones, pero lo cierto es que amenaza con hacer añicos las ilusiones de millones de niños alrededor del mundo. Arqueólogos turcos aseguran que Papá Noel está muerto y que saben dónde está enterrado.
Los investigadores realizaron un estudio sin precedentes en la Iglesia de San Nicolás, ubicada en el distrito de Demre, en la provincia de Antalya. El templo fue construido en homenaje al obispo que nació y vivió en la región entre el 270 y el 352, y que dio origen a la leyenda de Papá Noel (o Santa Claus) por los regalos que les hacía a los niños pobres.
Usando una tecnología de radares que permiten detectar estructuras bajo tierra, los arqueólogos descubrieron que debajo de la iglesia había otra enterrada, casi intacta. Allí encontraron también una tumba, donde suponen que podrían estar los restos de San Nicolás.
“Hemos obtenido muy buenos resultados, pero el verdadero trabajo empieza ahora”, contó Cemil Karabayram, director de investigaciones y monumentos en Antalya, consultado por Hurriyet. “Llegaremos a los cimientos y quizás allí encontremos inmaculado al cuerpo de San Nicolás”.
Hasta el momento, se creía que los restos del santo habían sido extraídos de Demre por marineros, y trasladado posteriormente a Bari, en Italia, donde se erigió la Basílica de San Nicolás. La decisión de sacarlo 700 años después de su muerte habría estado relacionada con la caída de esa región del Imperio Bizantino en manos de invasores musulmanes.
Sin embargo, los arqueólogos turcos desmienten esa versión. Según diferentes documentos que encontraron en la zona, los restos llevados a Italia pertenecían a un sacerdote local que fue confundido con San Nicolás por los marineros.
Para confirmar la nueva hipótesis resta esperar a que comiencen los trabajos de excavación, que no serán sencillos, porque deben hacerse con extremo cuidado para preservar la estructura. Luego vendrá la etapa de análisis en la que se sabrá la verdad.