Walter Isaacson, quien desarrolla un estudio aún inédito llamado Leonardo da Vinci: the Biography, ha llamado la atención sobre una “desconcertante anomalía” en el recuadro Salvator Mundi, del legendario pintor florentino, que se venderá en noviembre en una subasta con un precio base estimado en 100 millones de dólares, escribe The Guardian.
La pintura –que por mucho tiempo se consideró perdida- retrata a Cristo, que hace un gesto de bendición con su mano derecha mientras sostiene un orbe de cristal en su izquierda. Y lo sorprendente, según refiere el medio británico, es que esa esfera carece de exactitud óptica, algo difícil de concebir cuando se trata de Da Vinci.
La pintura fue declarada auténtica hace seis años y este 15 de noviembre será subastada por Christie’s. La casa de subastas más famosa del mundo la describe como “uno entre los menos de 20 cuadros conocidos de Leonardo y el único que está en manos privadas”.
Sin embargo, el investigador Walter Isaacson se pregunta por qué Da Vinci –el genio, científico, inventor e ingeniero- pudo incurrir en un “error inusual o falta de voluntad” para vincular el arte y la ciencia a la hora de representar este orbe de cristal. Según Isaacson, el artista “no pintó la distorsión que se produciría al mirar, a través de un orbe claro y sólido, objetos que no lo tocan”. “Leonardo pintó el orbe como si fuera una burbuja de vidrio hueca, que no refracta ni distorsiona la luz que la atraviesa”, agrega.
El estudioso sostiene en su investigación que si Da Vinci hubiese representado con precisión las distorsiones, dentro del orbe habría una imagen reflejada -reducida e invertida- de la túnica y el brazo de Cristo. A su juicio -reporta The Guardian-, aún más sorprendente resulta el hecho de que mientras realizaba esa pintura, el florentino simultáneamente “profundizaba en sus estudios de óptica, y su obsesión era cómo la luz se refleja y refracta”.
El investigador se pregunta si Da Vinci prefirió representar el orbe de cristal de esa manera porque pensó que de otra forma “sería una distracción”, o porque “estaba tratando sutilmente de transmitir una calidad milagrosa a Cristo y su orbe”.
También hay especialistas que dudan de la autenticidad de la obra, señala el rotativo. En este contexto, el experto Frank Zöllner, de la Universidad de Leipzig, opinó que la pintura podría ser “un producto de alta calidad del taller de Leonardo” o de uno de sus seguidores.
Representantes de Christie’s, por su parte, manifestaron que “las pinturas de Leonardo son conocidas por su misterio y ambigüedad”. Según la casa de subastas, el pintor “estaba íntimamente familiarizado con el tecnicismo y las cualidades de la óptica y la luz, y si hubiera recreado la imagen con exactitud óptica, el fondo habría sido distorsionado”.
Con lo cual su conclusión es que el genio florentino optó por no pintar la esfera de cristal de esa manera “porque eso hubiese sido un factor de distracción para el tema de la pintura”.