Los jugadores de los Astros sabían que no podían curar a la ciudad de Houston- afectada por las inundaciones- como por arte de magia. Pero ellos querían hacer algo. Eso es lo que la gente buena hace en esos momentos. Ofrecen una mano. Y ellos trabajaron en refugios y contribuyeron con su tiempo y dinero. Aunque sabían que lo más importante que tenían que hacer era jugar béisbol con energía y alegría. Y eso hicieron, y le dieron a su ciudad, por primera vez en su historia, un campeonato en Serie Mundial. Publica la nota Marco Delgado en «XEU Noticias».