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La impronta que dejó la Revolución Rusa en México será revisada a lo largo de noviembre en el Museo Casa de León Trotsky de Ciudad de México por especialistas y personajes como el escritor cubano Leonardo Padura y el historiador peruano Gabriel García Higueras.

Las actividades comenzaron la noche del lunes con la apertura de la muestra Rojos: A cien años de la Revolución Rusa, a la que asistieron el nieto de Trotsky, Esteban Volkov Bronstein, y el hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), Cuauhtémoc Cárdenas.

«Gracias a que el presidente Lázaro Cárdenas siguió una política revolucionaria es que Trotsky pudo tener asilo en este país, cuando todas las puertas, todas las fronteras se le cerraron en el mundo», dijo Volkov, que vivía con su abuelo cuando en 1940 Trotsky fue asesinado en su hogar mexicano, hoy convertido en un museo.

Tres años antes, el 9 de enero de 1937, un perseguido Lev Davídovich Bronstein, más conocido como Trotsky, había llegado al puerto mexicano de Tampico gracias a la mediación del pintor Diego Rivera, un firme creyente de la doctrina comunista como tantos otros creadores e intelectuales de la época.

Luego de vivir en la Casa Azul de la pintora Frida Kahlo, el adversario ideológico de José Stalin se mudó con su mujer y su nieto a una vivienda cercana, donde sería asesinado por el agente español Ramón Mercader.

Para revisar esta historia y la influencia de la revolución bolchevique se llevarán a cabo presentaciones de libros, ciclos de cine, conferencias y mesas redondas.

El jueves se presentará el libro Trotsky en el espejo de la historia de García Higueras, mientras que el día 11 el británico Alan Woods hará lo mismo con la biografía de Stalin que el líder del Ejército Rojo escribía cuando fue asesinado.

Padura dará el viernes una charla y hará una presentación de su libro El hombre que amaba a los perros (2011), una novela centrada en la figura de Mercader, el asesino de Trotsky.

La pequeña exhibición Rojos: A cien años de la Revolución Rusa, narra a través de imágenes, carteles, publicaciones, un filme y grabados la importancia política de los ideales revolucionarios, su influencia en las artes y la cultura mexicana, junto con la educación socialista que emuló el gobierno de Cárdenas.

«En esta exposición veremos las coincidencias y contradicciones que se dieron en este proceso de transformación profunda que tuvo efectos mundiales en prácticamente todas las sociedades y donde se planteó una transformación de los pueblos para tener condiciones distintas a las que han vivido hasta ahora», dijo Cuauhtémoc Cárdenas, coordinador de Asuntos Internacionales de Ciudad de México.