* Pugna porque las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres
Por su militancia feminista y defensa de los derechos humanos y de las mujeres, la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, recibió el Premio Clementina Díaz y de Ovando, que otorga la Federación Mexicana de Universitarias (FMU).
En el Museo de la Mujer, la Premio Cervantes de Literatura 2013, destacó la labor de la también escritora, historiadora, investigadora y académica nacida en Texas en 1916, una mujer que «tanto hizo por la cultura de México».
La recordó como alguien que siempre gozó de un extraordinario sentido del humor, un personaje que, dijo, recuerda en Mérida, en un congreso, donde se llevó las palmas, por ser la primera mujer elegida como parte de la junta de gobierno de la UNAM, miembro además de la Academia Mexicana de la Lengua y de la de Historia.
Sus contemporáneos, expuso, la recordaban como una mujer accesible, generosa y con gran inteligencia y a la que, tras su muerte en febrero del 2012, la historiadora Patricia Galeana definió como una mujer que reconstruyó nuestro pasado en textos amenos que nos transmiten la alegría con que hacía su trabajo constante, a lo largo de toda la vida.
Por eso, urgió a darles a las mujeres las mismas oportunidades que a los hombres.
“Dentro del presupuesto familiar, siempre se destina una cantidad para el varón, la hija seguramente se va casar y pasará de la tutela del padre a la del esposo; según las estadísticas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la mayoría de la población estudiantil, es femenina.
“En México la situación económica y social ha cambiado, porque si una pareja quiere tener un hijo y ser propietaria de un departamento, se necesita el sueldo de dos, el trabajo ha igualado a mujeres con hombres y todos los días nos enteramos que un número muy grande de mujeres son jefas de familia”, destacó la escritora, quien agradeció el citado galardón.
«Me llena de gratitud por haber nacido mujer y acercado a tantas figuras femeninas desde Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, hasta Elia Carrillo Puerto, impulsora del feminismo en México, en Yucatán, donde hizo el primer congreso feminista en 1925 y a tantas luchadoras sociales y legisladoras cuyo amor a la patria es nuestra mayor herencia», añadió.
Estela Morales, integrante del consejo de honor de dicha federación, calificó a Poniatowska como un personaje de las letras y el periodismo «que, a través de su obra escrita y participación ciudadana, ha dejado constancia de su interés, por los problemas sociales de México y la mujer literaria».
Dijo que a través de los géneros literarios que ha abordado a lo largo de su trayectoria, ha hecho de su pluma un instrumento de denuncia de las injusticias sociales y de la inequidad, «por lo que podríamos distinguir en ella y su persona, la ficción, la realidad, la denuncia o la llamada de atención sobre las luchas sociales, la vida cotidiana y la denuncia de las injusticias, pues le ha dado voz a los que representan estas causas».
Mencionó que su rica y extensa obra profesional la ha distinguido como una defensora de los derechos humanos y de la mujer, en especial, el papel y situación de la mujer mexicana, y agregó que de esa preocupación da cuenta su vida y trayectoria.
Morales hizo un recuento por la obra literaria de la autora, al mencionar textos como “Hasta no verte Jesús mío” y “La noche de Tlatelolco”, al tiempo que celebró el galardón entregado a la autora.
Elena Poniatowska recibió una pequeña escultura elaborada en bronce, en la que se retoma un símbolo femenino, una mujer que va en pos de sus ideales, de lo que su mente y pensamientos desean», dijo Glenda Hecksher, miembro de la FMU.
La autora y creadora de dicha escultura entregó la pieza a Poniatowska como reconocimiento por su defensa, valentía y congruencia a favor de los derechos de la mujer.