«Es un lugar común decir hoy que las ideologías han perdido peso en los partidos políticos. Ahora, el pragmatismo es lo que impera en la mayoría. Los partidos han dejado de ser asociaciones que buscan el poder en torno a un proyecto político común. El pragmatismo siempre ha estado presente, pero ahora ha terminado por desibujar la competencia y a los competidores. Y destaca en esta ocasión que por primera ocasión Andrés Manuel López Obrador esté recurriendo al pragmatismo ante el deseo de no perder por tercera vez la elección presidencial». Lo comenta Liébano Sáenz en «Milenio».