La nueva tecnología Lidar está suponiendo una revolución en lo que hasta ahora se pensaba que había sido el mundo maya. Un consorcio de más de 30 científicos y arqueólogos pertenecientes a instituciones estadounidenses, europeas y guatemaltecas han descubierto recientemente docenas de ciudades desconocidas y más de 60 mil estructuras realizadas por el hombre en la selva del Petén, que confirman que la dimensión de la civilización maya era mucho mayor de lo que hasta ahora se creía.
Los hallazgos, que se han llevado a cabo en la jungla guatemalteca, han permitido descubrir obras de ingeniería y áreas agrícolas especializadas capaces de sustentar casi de manera industrializada a una población que se estima en unos 20 millones de personas, una cifra mucho mayor del millón o los dos millones de personas que se creía hasta la fecha.
El descubrimiento ha sido posible gracias a la tecnología Lidar, que detecta estructuras arqueológicas mediante la emisión de rayos láser a través de la jungla sin tener que cortar ni un solo árbol de la selva guatemalteca. De esta manera, más de 2 mil kilómetros de la Reserva de la Biosfera Maya (en el departamento de Petén) han podido ser analizados y representados en mapas digitales.
Además, se ha hallado una pirámide en el centro de la ciudad maya de Tikal, y también se sabe ahora que esta urbe era tres o cuatro veces mayor de lo que se estimaba. Un área de unos 20 kilómetros de largo en sus cercanías habría estado plagado de granjas capaces de sustentar a toda la población de la región.
Según los investigadores principales, entre los que destacan el guatemalteco Francisco Estrada-Belli y Albert Lin, se necesitarán varias generaciones para que todos estos nuevos hallazgos sean desvelados en su totalidad.
El proyecto es obra de la iniciativa guatemalteca Pacunam Lidar, organizada por la fundación Pacuman (Patrimonio Cultural y Natural Maya). Es el proyecto más grande de la historia de la arqueología maya.
Las áreas actualmente estudiadas son nueve: El Zotz, La Corona-Achiotal, Holmul, Naachtun, Uaxactun, Xultun-San Bartolo, Tikal, El Perú-Waka y El Tintal. Algunas áreas habían sido ya reconocidas y excavadas y otras se encontraban absolutamente vírgenes en este sentido.
“Vistas como un todo, terrazas y campos de cultivos con canales de riego, aguadas, sitios fortificados y grandes calzadas revelan modificaciones del paisaje natural hechas por los mayas en una escala previamente inimaginable”, afirma el doctor Estrada-Belli, de la Universidad de Tulane de Nueva Orleans y director del Proyecto Holmul.
Entre las más de 60 mil estructuras individuales descubiertas hay viviendas, grandes palacios de la realeza y pirámides, así como cuatro grandes centros ceremoniales. Lo que se pensaba que era un cerro natural ha resultado ser una pirámide de 30 metros de altura en el centro de Tikal. En el caso de El Palmar, se ha comprobado que su centro urbano fue 40 veces más grande de lo que se creía por los mapas existentes hasta ahora.
La tecnología Lidar sugiere que en la época de auge de las tierras bajas mayas pudo haber alrededor de 10 millones de habitantes. Existieron enormes áreas de cultivos intensivos y amplias zonas de humedales convertidas en zonas de cultivo gracias a enormes redes de canales de drenaje.
Estos descubrimientos están ofreciendo una perspectiva totalmente nueva sobre la escala e intensidad de la agricultura, demografía, interconectividad y las guerras mayas.
ALAGUNOS HALLAZGOS CLAVE
Sistema masivo de calzadas en toda la región.
Gran cantidad de construcciones relacionadas con la agricultura: canales que guiaban el agua y enormes campos drenados.
Importantes sistemas de fortificaciones y múltiples murallas.
Todos estos descubrimientos pueden conocerse en profundidad en el documental Tesoros perdidos de los mayas, que se estrenó en Guatemala en el canal National Geographic el 11 de febrero.