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Comunicado

Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), junto con el arqueólogo y espeleólogo Ismael Arturo Montero García, localizaron un sitio arqueológico en la ladera oeste del volcán Pico de Orizaba, del lado de Puebla, donde se identificó una estructura de tipo cuadrangular que podría corresponder a un adoratorio prehispánico con posible uso astronómico y ritual denominado tetzacualco, como los registrados en el Iztaccíhuatl, el Popocatépetl y en el Monte Tláloc.

El sitio ceremonial, donde se halló cerámica decorada y lítica dispersa en la superficie, constituye hasta el momento el más grande de esa cúspide, cuya temporalidad podría oscilar entre los periodos Clásico (200 – 700 d.C.) o Epiclásico (700 – 900 d.C.).


La similitud arquitectónica y altitudinal que guarda con el lugar arqueológico ubicado en la cima del Monte Tláloc, lo vincula con los espacios de ofrenda para rituales propiciatorios de lluvia.

En 2005, Arturo Montero, miembro del Proyecto Eje Investigación, Estudio, Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural y Ecológico en los Volcanes, que desarrollan la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Dirección de Estudios Históricos, bajo la coordinación de la doctora Margarita Loera, observó en una fotografía aérea que en un paraje de la ladera oeste del Pico de Orizaba se distinguía una estructura cuadrangular. En su momento supuso que se trataba de un adoratorio prehispánico de los denominados tetzacualco.

Montero García concluyó que de confirmarse la presencia de al menos un tetzacualco para el Pico de Orizabala personalidad teológica de la montaña alcanzaría mayor relevancia.