Para los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dar marcha atrás a la reforma energética atenta contra la certeza jurídica de México y siembra una alarmante desconfianza hacia México entre los inversionistas nacionales y extranjeros.
“Desafortunadamente, en el proceso electoral que estamos viviendo, la industria energética y su contribución al bienestar nacional es ya un tema de debate político”, señaló el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón.
De acuerdo con el líder priista, a cinco años de su puesta en marcha, la reforma energética del Presidente Peña Nieto, hasta el día de hoy se ha traducido en grandes beneficios al generar inversiones por 150 mil millones de dólares, en las dos rondas de licitaciones; lo que se traduce en 3.5 millones de empleos durante el sexenio “y se ha creado un modelo energético competitivo, limpio, ordenado y transparente, a pesar de que todavía no despliega todo su potencial”, afirmó.
“Los senadores del PRI consideramos que este es un tema muy serio que no debe ser abordado a la ligera, ya que es un asunto que nos afecta directamente”, señaló Gamboa Patrón.
Destacó que su bancada decidió desde 2013 dejar atrás las viejas resistencias, “convencidos que la apertura al sector privado en la industria energética es lo mejor para el país y los mexicanos, que seguimos siendo los únicos dueños del petróleo y estamos convencidos de que el único que tiene la capacidad, el talento y experiencia para fortalecer al sector energético es José Antonio Meade”, señaló.