Durante siglos se ha planteado la idea de que el género femenino, por considerarse débil, soporta menos el dolor que el masculino, pero recientes investigaciones del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM derrumban el aserto al mostrar que la progesterona, hormona producida en mayor cantidad por las mujeres en estado gestacional, les permite soportar más el dolor.
Durante el proceso, las universitarias también identificaron un compuesto sintético llamado BD1063, que cuenta con el mismo efecto que la progesterona al disminuir el dolor.
Al respecto, Sara Luz Morales Lázaro, investigadora del IFC e integrante del proyecto en colaboración con la doctora Tamara Rosenbaum, explicó que los seres vivos tienen receptores, que son unas proteínas llamadas canales iónicos que están ubicadas en las membranas de ciertos tipos de células como las neuronas.
Hay varios tipos de canales iónicos, y algunos están asociados con la percepción del dolor, como el receptor del potencial transitorio V1 (TRPV1). Estos últimos responden de forma adecuada a estímulos del medio ambiente, lo que permite a los organismos sobrevivir, por ejemplo, apartándose de un estímulo negativo que resulta doloroso.
Las universitarias encontraron que la asociación del canal TRPV1 con el receptor Sigma 1 es importante para la respuesta del dolor en el organismo y que la progesterona bloquea esta interacción generando que el dolor disminuya.
Mencionaron que la progesterona es una de las hormonas relacionadas con la reproducción.
Para el estudio, las científicas universitarias trabajaron con hembras de ratón en estado gestacional, etapa en la cual los niveles de progesterona aumentan.
De hecho, al producir esta hormona se crea un mecanismo molecular que atenúa el dolor”, señalaron.
Sara Luz Morales Lázaro apuntó que la progesterona se presenta en niveles similares tanto en mujeres como en hombres, pero en las primeras es más constante y se presenta en mayor cantidad durante el embarazo.
En dado caso que un individuo presentara alguna patología y se diera una sobreproducción de progesterona, podría surgir un mecanismo para atenuar el dolor.
De hecho, las investigadoras verificaron un compuesto sintético llamado BD1063, que cuenta con el mismo efecto que la progesterona al disminuir la cantidad de canales en las terminales nerviosas que son las que captan las señales nocivas y llevan a la respuesta del dolor.
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Además, no tendría los efectos colaterales de otros medicamentos antiinflamatorios, que a la larga dañan el tubo digestivo causando ardores en el estómago hasta llegar a ulceras sangrantes.
Con este estudio, las científicas detectaron que el canal TRPV1 es modulado por el receptor Sigma 1, y su interacción es importante para la transmisión del dolor, pero si se inhibe esta interacción mediante el uso de la progesterona o el compuesto sintético BD1063, el dolor disminuye.