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EFE

 

Hay dos cosas que un hombre no puede permitir: sobornar y dejarse sobornar”, aseveró Jorge Luis Borges a quien le llamó desde Suecia, país que concede en Nobel Literatura, para advertirle que no viajara a Chile, gobernado por Pinochet, recordó ayer la viuda del escritor argentino, María Kodama.

Jamás traicionó sus principios, y eso me pareció maravilloso”, resaltó Kodama en la presentación de la muestra fotográfica Borges & Kodama: Infinito encuentro en el centro La Térmica de Málaga.

Borges sería nombrado doctor honoris causa en la Universidad de Chile y era “parte del protocolo que estuviera el presidente del país, “como ocurrió con Mitterrand en Francia o con el marido de la reina en Inglaterra”.

Cuando le pidieron desde Suecia que no viajara a ese país, Borges “escuchó en silencio” y contestó: “Le agradezco, señor, lo que acaba de decirme, pero hay dos cosas que un hombre no puede permitir: sobornar y dejarse sobornar, así que iré a Chile. Buena tarde”, relató su viuda.

Luego me abrazó y me dijo: ‘Sigamos leyendo’”, añadió Kodama, quien cree que fue “uno de los pocos escritores que en vida pudo ver su obra instalada mundialmente en lo más alto”.

Sin embargo, Borges “nunca creyó en eso, decía que la gente era amable y cariñosa y le veía como un viejo mito, pero no se vanagloriaba de lo que hacía, y era algo sincero, no una pose, por eso se exigía todo el tiempo para escribir”.

Esta exposición inédita está incluida en el programa de la cuarta edición de la velada literaria Málaga 451: La noche de los libros, que se celebra hoy en La Térmica.

A través de 51 imágenes captadas por Kodama y por otros fotógrafos, la muestra hace un recorrido por la vida en común de ambos y sus viajes por lugares como Japón, Egipto, España o Italia, y por aspectos de la literatura de Borges como los laberintos, el tiempo o los sueños.