El pasado 19 de marzo de 2018, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), emitió un comunicado denominado “Participar para Transformar”, el documento se desarrolla en cinco puntos, a propósito de los procesos electorales federal y locales que se viven en nuestro País, y que en el Estado de Veracruz son concurrentes, porque se desarrollan prácticamente de manera simultánea, cuya jornada electoral tendrá lugar el domingo 1° de julio de 2018.
Su contenido pone énfasis en la importancia que reviste el hecho de “participar en la vida cívica y política de nuestras comunidades” como una obligación ciudadana y cristiana, con miras a lograr la transformación que tanto se necesita, no tan solo hoy por los devastadores acontecimientos que presenciamos, sino históricamente, ya que es muy grande la deuda social que tenemos como nación con los más pobres y excluidos.
Para tener una participación lo más adecuada y con el propósito de contribuir a que ésta tenga realidad en las presentes elecciones, los obispos mexicanos aportaron elementos que ayudan al discernimiento personal y comunitario, para la emisión de un voto responsable por parte de los fieles, para que en total libertad “elijan en conciencia de acuerdo a los principios y valores que han descubierto en la experiencia de la fe”
En el punto tres de ese documento episcopal, se proponen cinco exhortaciones para hacer “un discernimiento crítico que nos permita optar en conciencia por quienes (gobernantes y legisladores) puedan realizar en lo posible el auténtico bien común”:
1. Participar cívicamente. En la conciencia de que la emisión del sufragio entraña una doble característica para todos los ciudadanos (derecho – obligación), el llamado es para que nadie se quede sin participar. Debemos conocer a los candidatos y sus propuestas, discernir, salir a votar, y dar seguimiento al modo como se ofrece el servicio público.
2. Orar en familia y en comunidad. Para que desde la fe, todos podamos mostrar nuestro compromiso con el México que sufre. Dios siempre escucha nuestras oraciones y en este caso se pide sabiduría para discernir el sentido de nuestro voto. Se requiere discernimiento para escoger con responsabilidad a las personas que representen y defiendan y bien común.
3. Buscar el “bien posible”. El documento de los obispos destaca la importancia de que “el mal moral no puede ser elegido nunca ni como fin ni como medio”. Lo que debe imperar siempre es la búsqueda del “bien posible” aunque sea modesto. En el contexto electoral que estamos viviendo, implica la elección de la opción que “aporte al bien común, a la paz, a la seguridad, a la justicia, al respeto a los derechos humanos, al desarrollo humano integral y a la solidaridad real”.
4. Elegir a las personas. “Lo prudente y responsable es buscar para cada puesto de elección popular a la persona más idónea, no dejarnos manipular para que votemos en bloque por un solo tipo de propuesta. Entre más libertad exista al momento de elegir, más capacidad tendremos al momento de exigir”. Se requiere discernimiento.
5. El México que queremos es posible. El voto de los mexicanos debe producir gobiernos e instituciones responsables. El voto libre exige un sano control sobre nuestros políticos, en su desempeño e implementación de políticas públicas para hacer realidad sus promesas de campaña y su proyecto de Gobierno.
Todos debemos trabajar comprometidamente por un México más próspero y pacífico, más solidario y participativo, más atento al rostro de los más pobres y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan o los marginan.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes