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SINEMBARGO.MX

Es tanto el interés despertado por Nahui Olin (Carmen Mondragón, 1893-1978) que mucha gente se pregunta si no pasará con ella lo mismo que con Kahlo: “una fridamanía”.

Lo cierto es que una película dirigida por Gerardo Tort, protagonizada por Irene Azuela y la reedición del libro de Adriana Malvido, además de la exposición que está en el MUNAL que inició el pasado 15 de junio, la han traído otra vez como gran figura de atención.

Hay una mirada sobre las mujeres del pasado que se relaciona como vemos a la mujer hoy. Ya no estamos tan absorbidas por el patriarcado y viendo la historia como nos la cuentan los hombres, sino que buscamos cómo este mundo se ha hecho a partes iguales tanto por ellos como por ellas.

“Lo que es más seductor su afrenta, su valentía, fue una mujer que nunca tuvo miedo de ir al encuentro de su propio deseo”, dice Alain Paul Maillard. Foto: MUNAL

Hay un libro del escritor y cineasta Alain Paul Mallard, nacido en México y radicado desde hace muchos años en Europa, que escudriña la relación de Carmen con el Dr.Atl (1875-1964), otras de las figuras renacidas por el interés de los habitantes de este país.

Nahui versus Dr.Atl, es la historia de amor entre el pintor de la insurgencia Gerardo Murillo y Carmen Mondragón, hija de un general contrarrevolucionario y que también es ahora vista en la exposición.

“Creo que ella aporta más con su vida, con su transgresión; pintaba muy a prisa, los colores están directamente salidos del tubo, transforma su vivencia en pintura, pero no consideraría que ella es una gran pintora. Lo que es más seductor su afrenta, su valentía, fue una mujer que nunca tuvo miedo de ir al encuentro de su propio deseo. Comete también una traición de clase al irse a vivir del mundo burgués en el que nació al mundo de la bohemia mínima y marginal. El tiempo de alguna manera ha engrandecido a esa bohemia. La familia le cerró las puertas y ella se va quedando sola. El final de su vida es un largo declive de enorme soledad y sordidez. No me ocupo de eso en el libro, sino en los años de esplendor, cuatro o cinco años en el tiempo”, dice Alain.

“Su carta de negociación con el mundo siempre fue su belleza felina y espectacular. Cuando se cae la belleza irresistible, pierde su poder. Nada se le podía negar cuando era bella y eso la hacía sentir enormemente libre, siempre al filo de la provocación”, agrega.

Sus pinturas tienen algo, tanto como las de Frida Kahlo. ¿Subirán los cuadros en el mercado? Foto: MUNAL

¿QUIÉN FUE NAHUI OLIN?

Fue la hija del comandante Manuel Mondragón y la amante de Gerardo Murillo, conocido como el Dr.Atl.

Sin embargo, ella es mucho más que sus referentes masculinos y en esta actualidad, donde el feminismo después de muchos años de lucha comienza a rendir frutos, es importante rescatar a estas mujeres que desde el principio del siglo 20 vivieron como pudieron, pero también como quisieron, llevando la existencia a obstáculos terribles para conseguir la ansiada libertad.

Así lo ve la autora Adriana Malvido, en su reeditado libro Nahui Olin y que opina: “Sí, estaba muy olvidada. En 1992 se organizó una exposición en el Museo Estudio Diego Rivera y de manera totalmente paralela me encargaron una investigación para La Jornada y se publicó un reportaje dedicado a Nahui Olin. Es muy curioso, en 1992 coincidimos y vamos a volver a coincidir ahora, sin ponernos de acuerdo. Ahora viene la exposición. A lo largo de todos estos años se han generado algunas cosas en torno al personaje, en el epílogo de la nueva edición intento hacer un recuento de los hechos relacionados con ella, ha habido otros libros como el de Alain Paul Mallard, Nahui versus Dr.Atl, que es una belleza. Luego está el libro de Patricia Rosas Lopátegui, pero sigo pensando que Nahui Olin después de estar prácticamente olvidada, desde el 92 para acá se convierte en una figura de culto”.

“Yo creo que tiene mucho que decirnos ahora. Me resultó fascinante cuando la encontré, ahí estaba su poesía, sus fotografías, su pintura y todo ello pertenece a un momento fascinante de la historia de México. Es el momento de José Vasconcelos, los artistas se suman a su movimiento, él ofrece los muros para que se dé el tema de los muralistas, ofrece libros por toda la República, le interesa alfabetizar a un pueblo que era 90 por ciento analfabeto. Hay una efervescencia muy apasionante que también produce personajes así, como Nahui Olin. A la distancia, creo que ella tiene mucho que decirnos, en esta época de México tan oscura, con el odio, la violencia, el lenguaje, de pronto estos personajes apasionados por la vida, una persona que se la juega todo por la libertad de la mujer, utilizar un vocabulario erótico en tiempos donde el lenguaje era constreñido, tiene sobre todo relación con los jóvenes de ahora. Puede haber una identificación, porque es anti-dogmática, por eso se recuerda ahora, porque es un personaje que nos trae luz”, agrega.

Su imagen subyugante sigue hasta ahora. Foto. MUNAL

LA EXPOSICIÓN EN EL MUNAL

Con el concepto original de Tomás Zurián y la adaptación curatorial de Mariano Meza, el pasado 15 de junio se inauguró la muestra Nahui Olin, La Mirada Infinita en el MUNAL.

Es una exposición que devela el genio creativo de Carmen Mondragón mediante más de 250 obras nacionales de la artista y sus contemporáneos y permanecerá hasta el 9 de septiembre.

Artistas como Gerardo Murillo Dr. Atl, Jean Charlot, Alfredo Ramos Martínez, Antonio Garduño, Edward Weston y por supuesto ella misma, cuenta la historia de Carmen Mondragón como líder de su propia vida.

“La de Carmen Mondragón, es una historia que se ha contado pocas veces, generalmente desde la perspectiva masculina, siendo su papel el de una subsidiaria.

En esta ocasión, el Munal propone una exposición que trascienda aquella percepción, donde Nahui Olin crezca ante nuestros ojos y nos confronte directamente con los suyos a través de varias de sus facetas artísticas”, ha dicho Sara Baz, directora del Munal.

“Acercarse a Nahui Olin es comenzar a descubrir un universo inédito, inesperado, extraño, complejo, fascinante y en la medida en que lo vamos entendiendo, infinitamente bello. Redescubrirla implica penetrar en un amplio espectro crítico que nos permite admirarla, ponderarla, venerarla y cuestionarla, todo cabe en el ilimitado universo de esta singular mujer que arribó a este mundo para agitar sus valores éticos y estéticos”, dijo a su vez Tomás Zurián.

Nahui Olin, en la imagen de Blaisten. Foto: MUNAL

Dividida en cuatro núcleos temáticos, esta exposición —primera que dedica el Munal a la figura y obra de la artista— explora los ejes centrales que rigieron la obra de Nahui, sus soluciones plásticas y literarias.

Carmen Mondragón y la síntesis plástica, primer apartado de la muestra, narra la incursión de Nahui a las artes plásticas, así como la inquietud intelectual compartida con Manuel Rodríguez Lozano, quien fue su esposo durante los años de la Primera Guerra Mundial. A lo largo de esta sección se puede observar el primitivismo, el arte intuitivo y la caricatura como formas de expresión acogidas por la artista; la simplificación de sus elementos plásticos y la manifestación de las emociones a través de sus trazos, características principales que definirían su arte.

En Nahui Olin: La ciencia como utopía moderna, segunda sección de la exposición, se revela el paso de Carmen por la Academia de San Carlos, su interés por las ciencias, las vanguardias y las nuevas teorías que se generaron a principios del siglo XX y que quedaron de manifiesto en sus escritos, poemas y parte de su obra plástica. Asimismo, este apartado devela su relación con Gerardo Murillo Dr. Atl, quien además de nombrarla como Nahui Olin (del náhuatl: “el cuarto movimiento del sol”), la estimularía para desarrollar sus transformaciones artísticas y el uso de terminología científica para especular en torno al cosmos.

La utilización del cuerpo y la desnudez como vehículos de creación y manifestación artística se plasman en El cuerpo como expresión inmanente, penúltimo núcleo de la muestra. En ella se realzan las colaboraciones que hizo con otros pintores, dibujantes o fotógrafos que se sirvieron de su belleza y creatividad para conformar las poses que dieron vida a innumerables piezas de arte.

Autorretrato como colegiala. Foto: MUNAL

Finalmente, La materialización del recuerdo, último apartado de la exposición, vislumbra la intención de hacer ver la realidad —aunque con toques humorísticos— por medio de obras plásticas inspiradas en el arte popular; en ellas se aprecia la estilización del color y de la materia, se observan escenas de la vida cotidiana como las corridas de toros, las pulquerías, el circo o el zoológico; todas ellas creadas a partir de la inmediatez biográfica de la artista.