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SINEMBARGO.MX

La contaminación atmosférica puede incidir en la esterilidad o infertilidad de hombres y mujeres, el problema ha aumentado en los últimos siete años en México, advirtieron hoy especialistas de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM).

En un comunicado, Patricia Bizarro Nevares, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que actualmente existen investigaciones que aseguran que los hombres expuestos a la contaminación atmosférica sufren alteraciones, por ejemplo, en la calidad del semen.

“No solo se reduce el número de espermatozoides que producen, sino que presentan malformaciones: tienen dos cabezas, dos flagelos, no se mueven de manera normal o están inmóviles”, señaló la especialista.

De acuerdo con la encuesta, realizada en 31 clínicas de fertilidad de 12 estados de México, en 32 por ciento de los casos la infertilidad es por el factor femenino y en el 31 por ciento por el masculino; en el 25 por ciento son ambos.

Las académicas indicaron que para hacer frente a esta situación es necesario que la población sea consciente de que es parte del problema, que procure no quemar ni tirar basura y que su vehículo contamine menos.

Además, deben ser responsables de su autocuidado para detectar afecciones. Las personas no acuden a los servicios de salud para atenderse, prefieren los remedios caseros, resaltaron.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que una de cada cuatro parejas tiene problemas de fertilidad, y en México el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) calcula que en el país hay 1,5 millones de parejas afectadas.

En Italia, por ejemplo, se hicieron investigaciones con trabajadores de casetas de peaje, expuestos al humo de vehículos de manera constante durante al menos siete años.

Activistas de la organización Greenpeace intervinieron la fuente de la Diana Cazadora para exigir mejoras en la calidad del aire de la capital el pasado mes de mayo. Foto: Cuastoscuro

Lo que se detectó fue una disminución en la concentración de espermatozoides, con menor movilidad (29.6 por ciento), además de un menor porcentaje de espermatozoides con forma normal (17.2 por ciento) y con daño en el material genético en comparación con los varones que laboran en oficina.

De igual forma, en Turquía los hombres con al menos cinco años laborando en casetas de peaje mostraron alteraciones en comparación con los que no están expuestos continuamente al humo de vehículos.

La también investigadora Teresa Fortoul indicó que las causas de infertilidad son múltiples: en mujeres, puede ser por endometriosis, alteraciones hormonales o en las tubas uterinas, retraso en la edad de concepción e infecciones, entre otras.

En el caso de ellos puede deberse a alteraciones anatómicas, enfermedades de origen genético, trastornos hormonales, procesos infecciosos, adicciones (drogas, alcohol, tabaco) y exposición a sustancias tóxicas.

Un problema importante son las partículas suspendidas ultrafinas que alcanzan el torrente sanguíneo a través de las vías respiratorias.

“Son una madeja de compuestos tóxicos: hay hidrocarburos y metales, además de la exposición al ozono, los óxidos de nitrógeno y azufre”, comentó Bizarro Nevares.

Las investigadoras escribieron, junto con sus colegas Nayelly Aglaé Meléndez García y Marcela Rojas Lemus, del Departamento de Biología Celular y Tisular, el capítulo “Contaminación atmosférica y alteraciones en la reproducción”, del libro “Efectos de la contaminación atmosférica en la salud”.

En el documento incluyen datos del Primer Censo del Mercado de Infertilidad en México, que apuntan que este problema ha ido en aumento en los últimos siete años.