En México es habitual recurrir a la medicina tradicional como la herbolaria para calmar algunos malestares, debido a que los componentes activos de ciertas plantas favorecen la salud.
De ahí que la ingesta de tés es constante, ya sea por gusto o por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas, microbianas, cicatrizantes o desestresantes, sin embargo tirar a la basura las bolsitas de infusión completas es incorrecto para un adecuado manejo de residuos.
Para remediar esta situación y facilitar la labor de separar la basura en: orgánica, recuperables, no recuperables, cartón y papel, así como PET, la profesora Irene Pérez Mendoza, del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 10 “Carlos Vallejo Márquez”, creó en ese plantel un huerto medicinal.
La docente, quien forma parte del Comité Ambiental de esa escuela, apoyada por un grupo de estudiantes del área de Diagnóstico y Mejoramiento Ambiental, se dieron a la tarea de cultivar nueve especies de plantas medicinales (hierbabuena, lavanda, hinojo, menta china, ruda, vaporrub, manzanilla, ajenjo y té verde) que están a disposición de la comunidad del CECyT 10.
La implementación de este jardín medicinal ofrece a estudiantes y docentes la posibilidad de beber el té que requieran para aliviar algunos malestares sin consumir la infusión empaquetada, pero sobre todo esta iniciativa permitirá disminuir los residuos generados por la ingesta constante de este tipo de bebida.
El huerto es parte de una serie de acciones que se realizan en la escuela para incentivar en los alumnos el cuidado, respeto y responsabilidad por la conservación del medio ambiente.