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La Jornada

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció la ampliación del proyecto para el Tren Maya, que recorrerá Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, en una ruta de mil 500 kilómetros, con una inversión mixta gobierno-empresas, estimada entre 120 mil y 150 mil millones de pesos.

Informó que el proyecto, previsto para construirse en cuatro años «o menos», se financiará con 28 mil millones de pesos del impuesto al turismo y el resto con la participación de la iniciativa privada. Explicó que ya se trabaja en el proyecto, con objeto de que el 1o de diciembre se emita la convocatoria a participar en la inversión.

En conferencia de prensa recordó que el proyecto original, de 900 kilómetros, sólo incluía a Cancún, Tulum, Bacalar, Calakmul y Palenque.

«Ahora, por condiciones especiales, porque se cuenta con el derecho de vía del antiguo ferrocarril del Sureste, desde Palenque hasta Valladolid, un tramo que no se concesionó, y podemos trabajar de inmediato, y por esta razón, para no dejar fuera a Yucatán y a Campeche, se decidió ampliar», dijo.

Detalló que el Tren Maya recorrerá Palenque, Candelaria y Escárcega, donde se abrirá un ramal hasta Espujil, my cerca de Calakmuul, con un acceso a la zona arqueológica, y continuará se hacia el Caribe, Bacalar, Tulum, Cancún.

Al mismo tiempo, indicó, se construirá otra vía de Escárcega a Campeche; Mérida y Valladolid, Yucatán, y de ahí a Cancún. «Es una especie de y griega, que incluye toda la península de Yucatán, más Chiapas y Tabasco».

«Es una obra muy importante, porque se va a comunicar una de las regiones de más importancia cultural en el mundo. No hay en otras partes del mundo una región con tanta riqueza cultural como ésta, del florecimiento de la gran cultura maya», afirmó.

Asimismo, informó que enviará al Congreso una iniciativa de ley para establecer en el país una «política de austeridad de Estado».

Porque, agregó, se trata de que no sólo se reduzcan los sueldos de los altos funcionarios públicos, siendo que «se terminen con todos los lujos. La austeridad no es un asunto administrativo, es de principios. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre».

También advirtió que, a partir del 1o de diciembre, «se acaba la corrupción y la impunidad».

Sostuvo que todos los funcionarios deberán portarse bien. «Nada de moches, sobornos, influyentismo, nada de marrullerías, que los ciudadanos ya votaron para que haya un cambio verdadero, no es nada más que cambie el gobierno, es que cambiemos todos al país.

«Queda atrás la corrupción, la impunidad, la ilegalidad. Todas estas cosas que han llevado al país a esta crisis tan profunda. Entre todos vamos a hacer historia y a sacar adelante a nuestro querido México», expuso.