Lugar:
Fuente:
SINEMBARGO.MX

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció que en el conjunto arquitectónico conocido como El Palacio, en la Zona Arqueológica de Palenque, en Chiapas, fue hallada una subestructura en el edificio denominado Casa C, así como de una vasta ofrenda, en la Casa E, cuyo elemento más notorio es una cabeza modelada en estuco que representaría al gobernante maya K’inich Janaab’ Pakal.

El descubrimiento se registró durante las labores de conservación encaminadas a atender la acumulación de agua en el patio este de la llamada Casa E, cuyo nivel de piso era casi igual al de la crujía de dicho edificio, lo que en época de lluvia causaba el trasminado del líquido y, a su vez, problemas de humedad en la pintura mural, las firmas históricas y los ornamentos que le son característicos.

“La primera exploración se hizo para buscar el desplante de la construcción y los registros usados por los antiguos mayas para drenar el agua del inmueble, sin embargo, encontramos que los canales originales no desalojaban el agua sino que la concentraban en el patio”, explicó el arqueólogo Arnoldo González Cruz.

Sabiendo que Pakal “el Grande” gobernó hasta su muerte, a los 80 años de edad, y que el rostro estucado semeja precisamente a un hombre anciano, es muy probable que la escultura lo simbolice, de acuerdo con la información oficial.

“Cabe destacar a diferencia de otros sitios mayas donde las representaciones son genéricas, en Palenque muchos de los rasgos que vemos en pintura mural o tallas en piedra, son reflejos fieles de personajes específicos”, se destacó.

También se encontraron figurillas y tiestos cerámicos, huesos tallados, dos perlas, fragmentos de jadeíta, sílex, concha nácar, obsidiana y cinabrio, una pieza de pirita pulida a manera de espejo, así como numerosos huesos de tortugas, róbalos, mojarras, lagartos, tenazas de cangrejos, aves pequeñas y caracoles.

Todos los componentes de la ofrenda aluden a un contexto acuático y de fertilidad, explicaron los expertos. Los arqueólogos del INAH coinciden en que también denotan el alto estatus de los habitantes de El Palacio, pues son bienes ajenos a Palenque que poseían gran valor en la antigüedad.

Entre las piezas resaltan una figurilla que asemeja a un langostino de río y un vaso esgrafiado cuyos motivos (lirios y peces) confirman la vocación acuática del espacio, anotó el arqueólogo William Mex Albornoz, quien estudió este vaso fragmentado ritualmente, es decir, de manera intencional.