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SINEMBARGO.MX

“Se ha llegado al libertinaje en el uso de todos los medios de expresión y difusión; se ha disfrutado de amplísimas libertades y garantías para hacer manifestaciones, ordenadas en ciertos aspectos pero contrarias al texto expreso del articulo noveno constitucional. Hemos sido tolerantes, hasta excesos criticados, pero tiene un límite…”, dijo el entonces Presidente Gustavo Díaz Ordaz en su cuarto informe de gobierno en septiembre de 1968, un discurso que fue considerado una antesala a la matanza de estudiantes en Tlatelolco.

Este fragmento fue rescatado por el documental Los rollos perdidos, del cineasta Gibrán Bazán y estrenado en el año 2012, pero que ve la luz seis años después tras 29 actos de censura.

“Es una larga historia la de este documental que presentamos en 2012, y desde entonces, junto con otro documental hermano que es Presunto Culpable, se convirtió en uno de los documentales más censurados de la historia reciente del país. No fue aceptado en ningún festival aún con los trascendentes temas que aborda. Muchas de sus proyecciones fueron tratadas de echar para atrás. En plataformas electrónicas no se le permitió entrar”, di¡jo el conferencia de prensa su director.

El documental, que fue narrado por el actor Daniel Giménez Cacho, busca a través de diferentes testimonios dar con el destino de diez filmaciones secretas que el cineasta Servando González (De qué color es el viento, 1972) grabó el 2 de octubre de 1968, después de que fue contratado por el Gobierno de Díaz Ordaz supuestamente por la cantidad de 25 mil pesos.

“Sólo un loco mandaría a ocho camarógrafos a filmar una matanza de estudiantes. ¿Cuál era el sentido de mandar cámaras de 25 milímetros y que vergonzosamente eran las mismas cámaras que se utilizaron para filmar las olimpiadas del 68?”.

Humberto Campos, Gibrán Bazán, Ingmar Montes y Francisco García. Foto: Victoria Valtierra, Cuartoscuro

El mismo director indica que el sentido de esto era “crear un farsa” para culpar a los estudiantes del ataque del 68. Agrega que dar con el paradero de estas cintas esclarecía muchos aspectos de la matanza contra los jóvenes por lo que hizo un llamado al Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para la creación de un comité de investigación.

“Un llamado directo a nuestro futuro Presidente Andrés Manuel López Obrador y también a la futura Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, para que se abra una comisión de investigación sobre el destino de la filmaciones secretas de Tlatelolco de 1968, hay todavía 10 horas perdidas de material de 35 milímetros de primera calidad que el cineasta Servando González, Angel Bilbatúa y Alex Phillips filmaron durante todo el día la matanza de los estudiantes, con ocho cámaras y en distintos puntos de la plaza. Ese material continua perdido hasta 2018”.

Otro de los aspectos que se pide sea investigado es el incendio de la Cineteca Nacional el 24 de marzo de 1982, pues se cree que entre el material fílmico estaban las grabaciones ya que los Estudios Churubusco, donde antes estaba situada la Cineteca, fue su destino después de ser mostradas al entonces Secretario de Gobernación, Luis Echeverría.

Ingmar Montes, parte de la producción de Los rollos perdidos, detalló que el equipo con lo que grabaron el 2 de octubre era de alta calidad y que de dar con este material ofrecería muchas respuestas.

“Traían óptica muy fina, traían telefotos que podían ver detalles, identificar personas. Todo lo que pasó lo registraron bastante bien. […]  Podríamos encontrar más respuestas que se han buscado todavía después de tanto tiempo”, dijo.

Por su parte, Humberto campos, integrante del Comité del 68, exigió buscar el destino de las filmaciones par dar con la verdad y evitar que se repita la historia como sucedió con el caso Iguala, el cual recién cumplió cuatro años.

“No mas mentiras, no vas agravios, no más criminalización a los jóvenes. Queremos un país de justicia, no queremos otra cosa más que justicia en ese sentido”, culminó.

Por último, el equipo de Los rollos perdidospidió la creación de una pagina web para que las personas puedan tener información veraz de casos como este y el de Ayotzinapa con el objetivo que no se repita la historia.

“Es importante abrir una página de la memoria sobre temas que están conectados a nivel humano, como es el 68 la matanza de estudiantes, la Cineteca donde hubo una gran cantidad de muertos que ocultaron y ahora el caso Ayotzinapa que nos demuestra que historia se sigue repitiendo, sigue desapareciendo gente…”.

Los rollos perdidos, del cineasta Gibrán Bazán. Foto: Especial