Una huelga de trabajadores del Ministerio de Cultura griego el jueves provocó el cierre de la antigua Acrópolis y dejó una larga fila de turistas sin poder visitar la atracción más popular del país.
Los empleados convocaron a un paro de 24 horas porque temen que algunos de los sitios históricos de Grecia estén incluidos en un fondo de bienes a ser privatizados, algo que el gobierno ha negado.
Varios museos y sitios arqueológicos cerraron en señal de protesta, incluyendo la Acrópolis y el Partenón, las ruinas de un antiguo templo griego a la diosa Atenea que está ubicado en una colina que domina la capital griega.
«Estamos decepcionados. Vinimos sólo por el día y no vamos a poder visitar la Acrópolis», dijo Alexander Walter, un empleado alemán que estaba realizando un crucero, a unos pocos metros de la puerta, donde manifestantes sostenían un cartel que decía «No está en venta». Otras pancartas reforzaban la idea: «La cultura arqueológica del país no está a la venta».
Los empleados demandan que el gobierno anuncie qué sitios culturales están siendo considerados para el fondo y qué significaría su venta. «No sabemos qué monumentos y qué museos están en la lista», dijo la titular de su sindicato, Stamatia Marketou.
El Ministerio de Finanzas griego dijo el miércoles que los lugares arqueológicos e históricos, monumentos y museos están exentos del fondo de bienes a ser privatizados o bajo manejo privado. El Ministerio de Cultura también lo ha negado.
«Lo que está ocurriendo hoy, como mínimo, está fuera de lugar», dijo el ministro de Cultura, Myrsini Zorba, a un canal de televisión estatal.
Grecia, que está emergiendo de años de crisis económica, ha tenido un récord de turismo este año, con más de 30 millones de visitantes.