La Nueva Academia, una entidad creada en Suecia para «garantizar» que este año se concede un premio internacional de literatura como alternativa al Nobel, cuyo anuncio se aplazó a 2019, otorgó hoy su galardón a la escritora guadalupeña Maryse Condé.
Nacida en 1937 en Pointe-à-Pitre, capital de la isla de Guadalupe, en el Caribe, Condé es una destacada escritora de esa región, autora de una veintena de novelas y se ha ocupado en sus obras del colonialismo y sus consecuencias.
Para este premio los organizadores habían seleccionado además al escritor británico Neil Gaiman y a la canadiense de origen vietnamita Kim Thúy.
La Nueva Academia fue creada la primavera pasada, después de que la Academia Sueca anunciara el aplazamiento a 2019 del Nobel de Literatura de este año, debido al escándalo sexual y de filtraciones que afecta a esta institución, que vive su peor crisis en sus tres siglos de historia.
La organización es una iniciativa de la mediática escritora y periodista sueca Alexandra Pascalidou y agrupa a más de un centenar de miembros, incluidos otros autores, bibliotecarios y artistas de este país nórdico.
Pascalidou dijo durante el acto en el que se anunció el nombre de la galardonada que se sintió «avergonzada» cuando la Academia Sueca anunció que no habría Nobel de Literatura este año.
Dijo que para seleccionar a los candidatos se hizo una consulta a lectores, «a gente que ama la literatura, que está más necesitada que nunca en un mundo tan polarizado».
Los finalistas fueron elegidos después de pasar varias cribas: unos 3.000 bibliotecarios suecos eligieron primero a 47 escritores, de los que salieron cuatro finalistas después de una votación abierta a todo el mundo a través de la web de la organización.
Entre los finalistas figuraba también el japonés Haruki Murakami, un éxito de ventas mundial habitual en las quinielas al Nobel, que pidió expresamente que retirasen su candidatura porque quería «centrarse» en la escritura.
Un jurado compuesto por editores y expertos en literatura ha sido el encargado de elegir al ganador entre los finalistas.
El premio pretende ser un recordatorio de que la literatura está asociada «a la democracia, la apertura, la empatía y el respeto, no a los privilegios, la arrogancia y el sexismo».
El premio, dotado con 1 millón de coronas suecas (unos 100 mil euros), será entregado el 10 de diciembre, el mismo día en que se entregan los auténticos Nobel, y al día siguiente está previsto que se disuelva la organización.
El escándalo de la Academia Sueca se originó en noviembre, cuando 18 mujeres denunciaron en un diario los abusos sexuales cometidos por una persona vinculada a la institución, luego identificada como Jean-Claude Arnault, un artista francés casado con la académica Katarina Frostenson y al frente de un prestigioso club literario.
La Academia cortó la relación y encargó una auditoría, que concluyó que Arnault no había influido en decisiones sobre premios y ayudas, aunque el apoyo económico recibido por su club literario incumple las reglas de imparcialidad al ser su esposa copropietaria.
El «caso Arnault» desató un conflicto interno que en los últimos meses ha provocado la salida de ocho miembros, aunque solo cuatro han hecho efectiva su renuncia.
Presionada por la Fundación Nobel, la Academia Sueca ha impulsado varias reformas en los últimos meses y eligió la semana pasada a dos nuevos miembros.
Arnault fue condenado la semana pasada a dos años de cárcel por un caso de violación cometido en 2011 contra una mujer.