El presupuesto de 2019 se “apoyará mucho” en las directrices del Banco de México sobre inflación y el marco de referencia macroeconómico, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador; dijo también que sigue a la espera de que los defensores de la reforma energética se disculpen con los mexicanos, pues definitivamente ésta resultó un “rotundo fracaso”.
En Palacio Nacional, tras su reunión con el gabinete de seguridad, informó de los avances en la elaboración del paquete económico del próximo año, el cual deberá enviar al Congreso a más tardar el 15 de diciembre.
La política presupuestal para su primer ejercicio fiscal garantizará, indicó, el pago del servicio de la deuda pública, así como las pensiones y jubilaciones; cada rubro absorbe recursos por alrededor de 800 mil millones de pesos.
No se contemplan nuevos impuestos ni aumento en los ya existentes, pero sí se comprometerá la transferencia de participaciones a estados y municipios con incrementos cuantitativos de 10 por ciento y reales de 7 por ciento. Se asignará, asimismo, un gasto de inversión superior a 600 mil millones de pesos.
Ante una nutrida asistencia de periodistas, López Obrador reiteró su determinación de reducir el gasto de operación del gobierno federal con el plan de austeridad anunciado.
El Presidente dijo haber ofrecido respaldo a los gobernadores para garantizar el pago a sus empleados públicos. “El compromiso es adelantarles participaciones para que puedan resolver sus problemas; apoyaremos a los gobiernos estatales y municipales, pero siempre de conformidad con el presupuesto autorizado”.
Puntualizó que “no habrá manejo discrecional del presupuesto, no se entregarán partidas adicionales, ya no habrá moches, influyentismo ni se llegará a acuerdos políticos para entregar el presupuesto, esto también quedará en el pasado, se irá al basurero de la historia’’.
A la interrogante de por qué no cancela en definitiva la reforma energética, impulsada por su antecesor Enrique Peña Nieto, señaló que su intención es mostrar que “no actuamos de manera autoritaria, no somos dictadores ni caciques, respetamos la ley.
“Decían que íbamos a confiscar bienes, cancelar contratos. Nada de eso… Lo que queda de manifiesto es que fue un fracaso’’ a diferencia de lo señalado en el “bombardeo” mediático en el cual se aseguraba que esa reforma sería la salvación de México.
Con ella se prometía, para estas fechas, una producción de petróleo de 3 millones de barriles diarios y hoy está en 1.7 millones. Entonces, fue “una gran mentira”, y todavía se espera de los defensores de esta reforma que se disculpen con el pueblo de México.
No se cancelará la reforma porque “ya tenemos un plan para detener esa caída (en la producción) y les queremos demostrar que además de otras cositas, son muy ineficientes; dejar de manifiesto que no sólo hubo corrupción, sino que son muy ineficientes. Porque se ufanan de ser buenos técnicos. Hay algunos que hasta se creen científicos y la verdad, están como para mandarlos al parvulito. Fue un desastre, no sólo la reforma energética, la política económica’’.