Tras insistir en que no se necesita el cabildeo ni la negociación para impulsar las modificaciones Constitucionales que ha enviado a Cámara de Diputados para cancelar la reforma educativa de la pasada administración, porque “es una medida justa ante los ataques que sufrieron los maestros en los últimos años a través de la evaluación”, el presidente Andrés Manuel López Obrador también aclaró que en la iniciativa se mantiene el respeto a la autonomía de las universidades públicas.
La autonomía es “un logro histórico de la educación”, refrendó el Jefe del Ejecutivo al subrayar que su gobierno garantizará el acceso gratuito a la educación de calidad desde el preescolar hasta la formación superior, pero refrendó su respeto al derecho de las universidades a su autonomía.
“No hay ninguna intención, para que no se use de pretexto o de excusa, si es necesario estamos dispuestos a que se agregue la autonomía —al documento—. Ya, hay que salir del paso, están esperando a que nos requivoquemos y hay que enmendarlo. Los que están a disgusto van a querer agarrar esto de bandera”.
También rechazó el regreso de la venta de plazas magisteriales. “Todo depende de la voluntad política, nosotros no vamos a tolerar la corrupción de nadie”, enfatizó.
Ante su decisión de desaparecer el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), López Obrador insistió en que los trabajadores no tendrán ningún problema (el pasado miércoles se aclaró que esta plantilla se integraría a la estructura de la Secretaría de Educación Pública) solo se “está cortando el copete de privilegios”, cumpliendo con “un mandato” del primero de julio.