El presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Sergio Mayer (Morena), sufrió hoy un nuevo tropiezo, luego de que afirmó que las leyes del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) “son anacrónicas y viejas” y hasta anunció que pedirá al presidente Andrés Manuel López Obrador las actualice.
Esa declaración fue definida por el investigador Bolfy Efraín Cotton Ulin como temeraria.
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Hoy, durante la mesa de trabajo Patrimonio Cultural, convocada por la comisión, Mayer sostuvo que “la ley que hace referencia al patrimonio histórico cultural, la ley del INAH, se promulgó en el Diario Oficial de la Federación el 3 de febrero de 1939 y la ley que crea el INBA es de 1946”.
Incluso agregó: “Desde la parte legislativa vamos a trabajar y meter un exhorto para que nuestro Presidente reglamente (sic) la Ley Orgánica del INAH y la del INBA”.
Ante esa declaración, Cotton Ulin, especialista en Patrimonio por el INAH, le dijo: “hay dos afirmaciones audaces que hizo, que nuestras leyes son viejas y anacrónicas. Eso es muy atrevido. Hay que discutir y entender, para conocer el contenido de esta legislación, que proviene de los treinta y los cuarenta, pero han tenido reformas”.
Recordó que la más reciente modificación se hizo a la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas.
Ante el azoro de Mayer, el antropólogo continuó: “Hay un reglamento de la Ley Orgánica del Instituto que está en Consejería Jurídica. Existen más de 500 instrumentos legales entre leyes y decretos sobre cultura y patrimonio cultural. Hay más de cien declaratorias de patrimonio intangible o inmaterial en los estados”.
Abundó que hay contenido de orden constitucional referente al patrimonio cultural, que define la competencia de los estados para legislar en la materia. “Hay todo un aparato jurídico”, expresó.
También citó que, como nunca, las organizaciones multiculturales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Organización de Estados Americanos y la Organización Internacional del Trabajo han colocado a la cultura y el patrimonio cultural en la perspectiva de derechos humanos.
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“Esta perspectiva de los derechos humanos es importantísima. El marco jurídico constitucional, reglamentario está contenido en la legislación mexicana y son leyes jóvenes, recientes, que vale la pena retomar en instrumentos de política pública” del gobierno, dijo.
Asimismo, durante la reunión, la plantilla de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía entregó una carta parar denunciar que no ha recibido el pago de la primera quincena de enero y el argumento que se da a catedráticos y administrativos es que la Secretaría de Hacienda está en etapa de revisión de los contratos.
Recordaron que, junto con la de Antropología e Historia y la de Antropología e Historia del Norte de México forma parte de las escuelas de educación superior dependientes del INEH y que desde hace más de 50 años forma profesionales de alta especialización para la conservación, restauración, investigación y difusión del patrimonio arqueológico, antropológico, histórico, paleontológico e incluso artístico y contemporáneo del país.
Se trata de una escuela que se ha vuelto “referente nacional e internacional”, indicaron docentes y alumnos que se presentaron a la Cámara.
No obstante, 70 por ciento de los 130 trabajadores laboran bajo un régimen laboral “sumamente inestable”, porque se les paga por hora, semana, mes o eventual.
«Tanto es así que hoy día aún no cuentan con el contrato correspondiente a 2019 ni ha recibido el pago correspondiente al mes de enero, a pesar de no haber suspendido sus labores”, indicaron en una carta que se entregó a Sergio Mayer.
En su escrito indicaron que exigen el pago inmediato de salarios vencidos; regularización definitiva de los trabajadores de cultura que trabajan bajo la figura de eventual; respeto a las prestaciones; pagos oportunos, salarios justos y regímenes de contratos que garanticen condiciones dignas de trabajo para la escuela, así como de todos los sectores del INAH y trabajadores de la cultura.