El gobierno italiano presentó el miércoles el programa de conmemoraciones previsto para el 500º aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci (1452-1519), una efemérides que las autoridades culturales quieren que se recuerde «en el mundo entero».
«Es una conmemoración que durará todo el año, incluso más allá, y es una oportunidad para Italia de conmemorar a un genio, un genio que es el nuestro, universalmente apreciado, hasta tal punto que las ceremonias tendrán lugar en todo el mundo», declaró el jefe del gobierno, Giuseppe Conte.
«No existe ninguna disciplina que no haya explorado, desde las artes a las letras, la biología, la anatomía, las matemáticas y también a la filosofía. Es inmortal», añadió Conte durante una conferencia de prensa para presentar los homenajes.
Se prevén decenas de eventos hasta abril de 2020, con la implicación de varios ministerios, incluidos los de Cultura, Educación y Relaciones Exteriores.
El ministro de Cultura, Alberto Bonisoli, mencionó tres exposiciones en particular: Leonardo da Vinci: dibujar el futuro (del 15 de abril al 14 de julio, en Turín), Da Vinci, el hombre modelo del mundo (del 17 de abril al 14 de julio, en Venecia), y una dedicada al Da Vinci científico que abrió sus puertas este miércoles en Roma (hasta el 30 de junio).
Se acuñará una moneda de dos euros con la efigie del maestro florentino y cuatro sellos italianos que representan algunas de sus obras saldrán el 2 de mayo, día del aniversario de su muerte.
«Es tan italiano y nosotros sentimos tanto que es de los nuestros que estamos dispuestos a ayudar a los demás países a conmemorarlo», añadió Bonisoli, que viajará el viernes a Francia «para ayudar a los franceses a organizar la gran exposición» que se inaugurará en el museo del Louvre a finales de 2019.
La Gioconda… de Salvini
Una polémica provocada a finales de 2018 por la secretaria de Estado italiana de Cultura, Lucia Borgonzoni, había puesto en cuestión un acuerdo que preveía que Italia prestase a Francia sus cuadros de Leonardo da Vinci para la exposición parisina, a cambio del préstamo de obras de Rafael para las celebraciones el año que viene de este otro maestro florentino (1483-1520).
La situación se calmó desde entonces, con ayuda de los presidentes francés Emmanuel Macron e italiano Sergio Mattarella. Este último irá el 2 de mayo, invitado por Francia, a Amboise (donde Da Vinci pasó el final de sus días), así como a Chambord, dos famosos castillos de Loira (centro).
Pero el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, acostumbrado a las provocaciones contra Francia, no pudo evitar el miércoles bromear sobre la secular polémica en torno a «La Gioconda», expuesta en el Louvre.
«Anuncio que estamos trabajando con el embajador francés para recuperar ‘La Gioconda'», declaró irónicamente Salvini, también líder de la extrema derecha.
«Será más cómodo para todos aquellos que quieran verla de cerca. Bromas a parte, evidentemente, nosotros no necesitamos más crisis internacionales», añadió el hombre fuerte del gobierno.
Muchos rumores siguen alimentando hoy en Italia el sentimiento persistente de que Napoleón Bonaparte habría robado la famosísima «Gioconda» de Leonardo da Vinci, así como cientos de otras obras de arte.
Una de las hipótesis escogida para explicar el robo, en 1911, de la Mona Lisa al museo del Louvre es que el autor de los hechos, un modesto obrero italiano, habría actuado por patriotismo para devolver la obra de arte a su tierra natal.
En cambio, se considera como cierto que el artista vendió el cuadro al rey Francisco I, que le había invitado a instalarse en el castillo de Amboise al final de su vida.