La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, descartó que los argumentos de la familia de Mario Aburto, único detenido por el asesinato de Luis Donaldo Colosio, no son suficientes para reabrir la investigación, como expresaron en la misiva que le hicieron llegar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a su vez la remitió a la funcionaria.
“Quieren ellos que se vuelva a abrir todo el proceso, a revisar todo el proceso, aquí está el señor presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (Luis Raúl González Pérez, le preguntaba hace algunos días y me decía: ‘La Investigación del caso está prácticamente cerrada, él hizo un estudio impresionante, el fue el último encargado de la fiscalía (que llevó) el caso’, me acaba de entregar un disco con pruebas periciales de la UNAM”, expresó en entrevista con medios de comunicación, realizada al concluir la presentación de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación 2017.
La secretaria indicó que la única “rendija” que se dejó para abrir el caso son “elementos supervenientes”; es decir, esos que hayan sucedido posterior al hecho acontecido en 1994.
A la encargada de la política interior también se le cuestionó sobre el abucheo que lanzaron asistentes a la inauguración del estadio de los Diablos Rojos contra el Presidente, a lo que respondió que si bien era parte de la libertad de expresión también debería haber respeto.
Descartó que alguien haya estado detrás de esta expresión negativa, pues sólo son grupos que no están de acuerdo con la nueva administración.
La ministra en retiro descartó que el que el Presidente haya contestado con el calificativo “porra fifí” sea un insulto, pues sólo una manera de identificar un grupo conservador.
