Aislinn Bello, una universitaria de 23 años que cada fin de semana asiste a clases a la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, pide apoyo para adquirir una silla de ruedas que le dé mayor movilidad.
En un vídeo para su campaña, narra que al nacer los doctores decían que nunca iba a caminar, pero a los tres años con ayuda de aparatos logró hacerlo: “lo que más disfrutaba era bailar”.
“Nací con Espina Bífida (mielomeningocele), un defecto del tubo neural que se produce cuando la columna vertebral y la médula espinal no se cierran o forman correctamente”, expone en la descripción para su campaña.
Para trasladarse debe utilizar una silla de ruedas que le dificulta moverse por sí sola, o subir al aula de cómputo de la UV, a pesar de esto es una alumna de excelentes calificaciones con gusto por la fotografía.
Desde los ocho años se le diagnosticó escoliosis, una enfermedad que afecta la columna vertebral, al presentar una curvatura lateral y que, en más del 80 por ciento de los casos, se desconocen sus causas.
Actualmente usa una silla de ruedas ortopédica (de traslado o uso hospitalario); sin embargo, necesita una silla tipo activa o de “uso diario”. La diferencia entre ambas sillas es su peso y tamaño, mientras que una silla ortopédica pesa de 15 a 20 kilos, las sillas activas pueden pesar de 4 a 12 kilos.
“Sé que nunca podré hacer las cosas como las hacía antes, pero quiero volver a sentirme libre y en una silla como esta jamás lo voy a lograr”, explica Aislinn a quienes ven su vídeo.
Con ayuda de familiares y amigos, Aislinn Bello ha “boteado” en salones de la UV, y otros sitios, además de pedir donaciones vía internet, para llegar a su meta, adquirir una silla activa, con un costo aproximado de 70 mil pesos. Las personas que quieran apoyar a cambiar la vida de Aislinn, pueden donar en: https://donadora.mx/campanas/ais-sobre-ruedas
