Coincidieron especialistas al analizar las estrategias de la revista UVserva.
Aspecto del conversatorio en torno de UVServa en el Salón “Juan Vicente Melo”.
Jorge Vázquez Pacheco.
María Magdalena Hernández Alarcón, secretaria Académica de la Universidad Veracruzana (UV); Estela Casados González, docente investigadora de la Facultad de Antropología, y Antonio Roveda Hoyos, rector de la Universidad de Bucaramanga en Bogotá, intercambiaron impresiones en torno de la importancia de UVServa, revista de divulgación fundada en 2016.
En el conversatorio efectuado el jueves 11 de abril en el Salón “Juan Vicente Melo” del Complejo Deportivo Omega, sede de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2019, Estela Casados resaltó la minuciosidad requerida para el monitoreo de la información en torno de lo que se estudia y analiza, para socializarlo y llevarlo al gran público.
“Es muy interesante en cada uno de los observatorios, porque lo que encontraremos es información actualizada y que nos remite a grupos de trabajo que continuamente colaboran con estudiantes y académicos de otras entidades. Es un trabajo muy dinámico”, expresó la académica, quien también es coordinadora de un observatorio sobre violencia contra las mujeres.
Por su parte, Hernández Alarcón apuntó hacia el espacio de gestión que promueve lo que hacen los observatorios, porque recabar no es sólo registrar y anotar como si se tratase de un periódico, es labor que responde a metodología rigurosa y científica; debe contener elementos indicadores que permitan la reflexión, análisis, aportación de datos y toma de decisiones.
“Ello puede incidir en las políticas públicas para informar y orientar los programas de gobierno. Los observatorios deben ser espacios plurales, compartidos con la sociedad para el logro de un impacto positivo en su contexto. No es asunto sólo de recopilar y para la Secretaría Académica es muy importante esa información, como lo es para la gente que investiga”, comentó.
En tanto, Roveda Hoyos dijo que en un mundo en que todos somos observadores y observados, Colombia se vio en la necesidad de adoptar decisiones en torno de ello: qué y para qué observar.
“Fue saltar de un ejercicio de aula y clase a la estrategia que permitiese comprender a todos que un observatorio es un ejercicio de participación ciudadana sobre dinámicas y fenómenos sociales. No fue tarea fácil el estudio de los objetos de orden estructural, primero, y luego los de clase coyuntural”, refirió el Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.
Indicó que estuvo al frente de uno de los más grandes observatorios colombianos a través de un proyecto televisivo sobre el estudio de violencia racial y contra las mujeres. Finalmente, remarcó la importancia de que todo ello genere impacto en la opinión pública.