David Ibarra Muñoz, director de posgrado en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó que para combatir las raíces del desorden, la impunidad y la violencia que registra el país, será necesario integrar una alianza desarrollista entre trabajadores, empresarios y gobierno.
Lo anterior, al asistir a la XXVI Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), organizada por la Universidad Veracruzana (UV) del 5 al 14 de abril en el Complejo Deportivo Omega.
Quien fuera Secretario de Hacienda y Crédito Público durante el sexenio de José López Portillo, comentó que se vive una época urgida de ordenamientos fundamentales, imprimir una mejor seguridad al bienestar de la población y aceptar una justicia económica.
“La tarea nacional parece ardua, compleja y atrasada, a lo que se suma el encarrilamiento de un nuevo gobierno federal. De 1940 a 1970 el país creció del cinco al seis por ciento, lo que se conoció como el milagro mexicano; después llegó Carlos Salinas de Gortari, desde entonces el crecimiento ha estado alrededor del tres por ciento y no ha sido sostenido.
”El principal desajuste ha sido el social, vemos que el 40 por ciento de la población nacional vive en pobreza extrema; el 50 por ciento de la fuerza de trabajo ha caído en la informalidad y, a su vez, de éste alrededor del 60 por ciento no alcanzan los ingresos mínimos; el 10 por ciento de los mexicanos más afortunados se llevan más del 60 por ciento de los ingresos, es un país extremadamente desigual, de ahí la inconformidad de la población.”
Dijo que, aunque la política exportadora mexicana ha crecido de forma espectacular, no ha empujado a la producción y bienestar local. México ha firmado más de 10 tratados de libre comercio en los que ha resultado deficitario, y no sólo eso, fueron desarticulados los eslabones internos que anteriormente aseguraban la productividad.
“La consecuencia será la reconstrucción de una política de vinculaciones externas volcadas a concretar y fortalecer a la producción interna. En la práctica nos han dominado postulados extremos sobre cómo crecer, ser eficientes y ser competitivos, sólo copiamos y no creamos un postulado que proteja a la sociedad.”
En su último informe, el Banco Mundial recomendó a América Latina –especialmente a México– fortalecer las redes de protección social como único medio de superar los descuidos, corregir, ordenar y quitar virulencias, ésta es la gran tarea del nuevo gobierno y lo que demanda la sociedad mexicana.
“Es cierto que el sistema económico mundial camina en sentido distinto, muchas veces contrario, a lo que esperamos y esto explica mucho los problemas que tenemos en materia de inseguridad, la cual mina a la sociedad mexicana.
”En el tema del huachicoleo, por ejemplo, hay comunidades que se ven forzadas a robar combustible porque no tienen otra manera de vida, pero a la par grandes empresas, incluidas las transnacionales, se abastecen del combustible extraído de manera ilegal.”
Esto nos habla, advirtió, que México no enfrenta una delincuencia tradicional, sino una delincuencia de distintos orígenes que arma cadenas de corrupción difíciles de romper.
Para complicar las cosas, mencionó, el país encara incertidumbres de origen foráneo: ocurren enfrentamientos políticos y económicos que puede resultar en calamidades; el Brexit en Inglaterra; la inestabilidad en la integración económica de Europa; la recesión japonesa; el descenso en las tasas de crecimiento en China; el proteccionismo económico de Estados Unidos, y el desconocimiento de los acuerdos finales del Tratado de Libre Comercio, entre otros.
“Es aquí donde se necesitará de la cooperación internacional y de la generosidad para ayudar a los países menos desarrollados. Si hemos sido capaces de crear un mercado universal, el problema es ver si ahora seremos capaces de crear un mundo equitativo del mismo alcance.”
David Ibarra comentó que con paciencia y destreza política habrá que configurar un complejo y atrevido entramado de comportamientos menos individuales y más coercitivos para proteger a la sociedad.
También, destacó, será necesario integrar una alianza desarrollista entre trabajadores, empresarios y gobierno, para combatir las raíces del desorden, la impunidad, la violencia, porque “nos guste o no estamos entrando en un proceso de recesión y las tasas de crecimiento van a la baja”.