“Hay un reconocimiento y valor a los bosques, pero en términos políticos no se le da importancia”.
José Antonio Sierra habló sobre el manejo forestal.
Paola Cortés Pérez.
José Antonio Sierra Huelsz, investigador interino del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), expresó que existe una sobrerregulación del manejo forestal, de lo maderable y no maderable, durante la impartición del Seminario “Hacia una visión holística del manejo forestal: una ruta personal”, el jueves 25 de abril.
Sierra Huelsz estudió la Licenciatura en Biología y la Maestría en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); posteriormente realizó un Doctorado en Recursos Forestales y Conservación, así como una especialidad interdisciplinaria en Conservación y Desarrollo Tropical en la Universidad de Florida.
En el Citro compartió con colegas y estudiantes el trabajo que ha realizado a lo largo de más de 10 años en lo referente al manejo forestal.
“Acabo de incorporarme a este centro de manera interina y quiero presentar mi trabajo a mis colegas y estudiantes, en donde combino las perspectivas de ingeniería y silvicultura forestal con la biocultural y etnoecología, las cuales pocas veces se mezclan.”
Con respecto al manejo forestal en el país, José Sierra comentó que a nivel internacional hay un reconocimiento al manejo comunitario forestal de México por su organización y logros obtenidos.
“En realidad, en el país sólo se ve la parte oscura del manejo forestal, pero en realidad el manejo de los bosques y las selvas está lleno de claroscuros; hay casos exitosos de organización comunitaria que logran vivir dignamente de sus montes, también hay casos en donde una combinación de factores históricos y falta de organización han ocasionado que domine la ilegalidad.”
Al preguntarle sobre la legislación en materia de manejo forestal, opinó que hay quienes piensan que existe una sobrerregulación en la materia, tanto de lo maderable y no maderable; especialmente para los pequeños productores, quienes manejan áreas difíciles de catalogar como forestal o agrícola, así como las que no cumplen con las características de grandes bosques comerciales.
“El año pasado se elaboró una nueva ley forestal, de la cual está pendiente su discusión y aprobación, así que esto representa una oportunidad para que el reglamento incluya las otras visiones y contextos que no han sido considerados adecuadamente, por lo que tenemos que hacer una discusión colectiva.”
Por último, dijo que el reto principal está en la sustentabilidad y biodiversidad; justicia en términos de equidad y reconocimiento a la diversidad cultural en el tratamiento de los bosques, así como la producción y rentabilidad.
“Hay un reconocimiento y valor a los bosques, pero en términos políticos no se le ha dado la importancia que debería.”