¿Quiénes son Vicente Rojo y José Emilio Pacheco? Para la periodista Cristina Pacheco son ‘‘dos amigos de toda la vida. Su diálogo fue constante a través de dos lenguajes: la pintura y la escritura. Me acuerdo de lo alegre que se ponía José Emilio (1939-2010) –perdón que me emocione–, aunque no quiero hablar mucho de ellos porque representan demasiado para mí. Representan amores de mi vida en el mejor sentido de la palabra. Mi casa tiene muchos lugares consagrados a su obra que ilumina las paredes”.
Esa larga relación se prolonga ahora en la calle San Jerónimo, en el Corredor Cultural del Centro Histórico, perímetro A, cuyos habitantes retoman la obra plástica de Rojo y los poemas de José Emilio, para su más reciente iniciativa vecinal y convivencia. Esa calle, añadió la conductora de televisión, que es ‘‘parte de la arena del mundo, como diría José Emilio, donde me encuentro con personas llenas de talento, imaginación y, sobre todo, deseos de cambiar el mundo”.
Vicente Rojo sostuvo que la figura central de esa reunión era el poeta: ‘‘Sin él no estaría aquí. Tengo siempre una emoción que parece secundaria, pero es que fui testigo de su boda con Cristina, y a partir de allí mi relación con ellos y sus hijas, Laura Emilia y Cecilia, un conjunto maravilloso de creadores y entusiastas”.
Hizo votos para que la galería a plena calle sea el comienzo de ‘‘todo un plan para México”.
Para la exposición montada en el tramo de San Jerónimo, entre Isabel la Católica y Bolívar, se retomó el libro Circos (Ediciones Era/El Colegio Nacional), con poemas de Pacheco y ‘‘escenarios” de Rojo, cuyas reproducciones, en un material resistente a la intemperie, se exhiben en mamparas colocadas sobre la calle. Se trata de siete de los 12 poemas de Pacheco con sus respectivas imágenes creadas por Rojo. Además, se muestra obra del pintor, escultor y grabador de su serie México bajo la lluvia.
Exhiben México bajo la lluvia, serie del escultor
Efraín Herrera, vecino y coordinador de la iniciativa Cultura y Convivencia en la Calle San Jerónimo, explicó que cuando se invitó a Rojo para montar la exposición, el maestro ya conocía muy bien el proyecto y estaba dispuesto a participar. ‘‘A la hora de concretarlo Rojo nos hacía sugerencias, pues había hecho varios trabajos con Pacheco. Para nosotros la idea de que el arte salga a la calle posibilita que el transeúnte, que difícilmente va a los museos y las galerías, conviva con la obra, pues creemos que el arte tiene un poder grandísimo, la presencia es muy fuerte y al estar en la calle implica muchas cosas.
‘‘Crea atmósfera, atracción y sensaciones. En la medida en que los vecinos conviven durante cuatro o cinco meses con una obra la empiezan a percibir de manera distinta. Tienen oportunidad de sentirla, mirarla, a la vez permitir que el arte actúe sobre ellos”, precisó Herrera a La Jornada.
Debido a las medidas de las mamparas sólo fue posible mostrar siete de los 12 poemas de Circos, entonces después del acto inaugural se hizo una lectura de los versos restantes y actuó el Coro Acardenchado.
Aparte de las mamparas existen varios muros de un estacionamiento cerca de la esquina de San Jerónimo y Bolívar, donde seis pintores invitados –Coral Revueltas, Olivia Rojo, Benigno Casas, José Luis Corral, Diego Leal y José Antonio Platas– muestran sus trabajos. ‘‘Esto hace que la calle tenga una propuesta plástica de mucha riqueza”, consideró Herrera.
La iniciativa Cultura y convivencia en la calle San Jerónimo comenzó en 2018 con tres exposiciones, una de Alberto Castro Leñero. La finalidad es contrarrestar la apertura de cervecerías en la calle Regina y el cambio de giros en el barrio, algo que preocupa a los vecinos, pues ya ‘‘desencadenó situaciones que no nos gustan para nada porque íbamos a sufrir las consecuencias. Nos daba mucha pena que se tratara así a un corredor cultural”, detalló Herrera. En Regina, los vecinos desarrollan una iniciativa para mejorar y recuperar el espacio público.
