También deben tener mayor capacidad de resolución de problemas y cumplir con funciones directivas.
Edgar Carlos Jarillo Soto, profesor investigador de la UAM-Xochimilco.
José Luis Couttolenc Soto.
En materia de recursos humanos para la atención de la salud pública, México está por debajo de los indicadores de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la cual nuestro país forma parte, y en América Latina (AL) está en clara desventaja respecto a profesionales de la salud de todo tipo.
Edgar Carlos Jarillo Soto, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco, dijo que lo anterior hace necesario formar más profesionistas de la salud orientados a la prevención.
El investigador participó en el 5º Congreso Nacional de Educación en Salud Pública, organizado por el Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Veracruzana (UV) en coordinación con la Asociación Mexicana de Educación en Salud Pública (AMESP), que se desarrolló del 12 al 14 de junio.
Jarillo Soto calificó a los recursos humanos para la salud universal como “un tema complicado” pues se refiere al personal que trabaja en los servicios de salud de todas las instituciones del país, enfocados a una nueva estrategia que plantea dar atención médica y servicios de salud a 120 millones de habitantes.
“Nos referimos a los principales profesionales de salud en medicina, odontología y enfermería, pero involucra también a los de otras áreas como técnicos de laboratorio, radiólogos, y todo aquel que participa en términos de su dimensión”, apuntó el académico.
Destacó también la necesidad de que el personal que se forma en el campo de la salud cuente con mayor capacidad resolutiva de los problemas que se le presenten, tanto los más frecuentes como los que plantean los tiempos actuales, como las enfermedades crónicas.
“Este tipo de profesional debe actuar con una visión curativa y preventiva, puesto que con una intervención temprana puede evitar que el paciente llegue a etapas complicadas difíciles de atender a nivel médico, además de que resultan más costosas económicamente.”
Edgar Jarillo puntualizó que la prevención no debe entenderse solamente como el mejoramiento de un estilo de vida, sino que se requieren más elementos.
“La formación de recursos humanos orientados a las acciones preventivas significa cambiar los perfiles que permitan, por ejemplo, que ante el diagnóstico de diabetes con la que el paciente cursará varios años, no se convierta en insuficiencia renal, hipertensión o pie diabético, eso es prevención.”
En cuanto a la formación de recursos humanos que se requieren para la comprensión de un nuevo modelo de atención en salud, dijo que debe apegarse a la estrategia del diseño de las políticas nacionales que consideran la disponibilidad, accesibilidad, pertinencia, relevancia y competencia del personal de esta área.
Por último, se refirió al avance de la tecnología y dijo que “es importante pero no la solución”; mencionó que se le puede ver en los equipos de diagnóstico, de imagen, de tratamientos de determinadas enfermedades y en el uso de medicamentos.