María Baranda, poeta, narradora y traductora, dictó la conferencia magistral que dio inicio a la undécima edición del Curso Creación Literaria para Jóvenes, que la Universidad Veracruzana (UV) y la Fundación para las Letras Literarias realizan de manera conjunta.
“Leer y escribir poesía” fue el título de su participación, en la que leyó poemas de diversos autores a los casi 30 jóvenes que asisten al curso.
Abrió su charla con En elogio de mi hermana, de Wislawa Szymborska, para luego comentar que “la poesía no se trata de decir todo, realmente está en ese viaje interior que uno hace”.
Añadió que la poesía no tiene límite de tiempo, sino que se expande por las culturas y cruza generaciones, aunque aclaró: “No todas las generaciones son iguales, cada una es diferente y aporta algo muy importante. La de ustedes es muy distinta a la mía; lo que les importa a ustedes a nosotros no nos importaba, y lo que nos importaba a nosotros a la de Villaurrutia ni siquiera le llamaba la atención”.
Retomó a Octavio Paz para destacar que el poeta, el poema y la poesía “tienen un poder revolucionario y combustiona el espíritu, por eso es una operación capaz de cambiar al mundo”.
Baranda se declaró en contra de decir o pensar, por ejemplo, que un atardecer es poético, toda vez que “la poesía únicamente sucede dentro del contexto del poema, en la forma literaria que así se llama: poema, y porque sucede a través del lenguaje”.
La autora de El vuelo y el pájaro o cómo acercarse a la poesía, pidió a los presentes imaginar el descubrimiento de la palabra, del lenguaje; se remontó a cuando la poesía era “una necesidad en los pueblos”, pues les permitía hablar de los peligros y de todo lo que vivían; es más, en un tiempo fue la crónica de las guerras.
Recomendó a los presentes recurrir a la poesía prehispánica de México y mencionó las traducciones de Ángel María Garibay y Miguel León Portilla –de éste recomendó Trece poetas del mundo azteca–; también citó el Enûma Elish, el gran poema de Mesopotamia, así como La Ilíada y La Odisea, de Homero, y La Eneida de Virgilio.
Para ella, la poesía responde como ninguna otra forma literaria a las preguntas ¿quién soy? y ¿de dónde vengo?.
La poeta también recomendó a los jóvenes escritores que “siempre que sientan que se cierra mucho su poema o su propio texto, volteen para fuera, vean las estrellas, el cielo, los árboles, sientan la brisa, el viento; qué les dice, qué les pasa; todo está allá afuera; el trabajo de escritura es de adentro hacia afuera, nunca de afuera hacia adentro”.
La conferencia se desarrolló en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, el 17 de junio, y fue moderada por la directora del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, Norma Angélica Cuevas Velasco.
Por: Karina de la Paz Reyes Díaz