Para Jenny Lizette Ramírez Guillermo, coordinadora del Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI) de la Universidad Veracruzana (UV), este espacio educativo muestra una serie de singularidades que le convierten en una entidad única y especial.
La académica, que sucede en el cargo a la guitarrista Raquel López Libreros, es egresada de la Facultad de Música con especialidad en Flauta Transversa y tiene Maestría en Docencia por la misma institución. También cuenta con un Doctorado en Educación por el Centro Veracruzano de Investigación y Posgrado.
Madre de una niña de nueve años que también se prepara en el CIMI, Jenny Lizette Ramírez indicó que le resulta particularmente satisfactoria la asignación, “es un gusto atender y ayudar a la niñez no sólo porque soy egresada en la cuarta generación del CIMI, sino porque a través de mi hija puedo conocer las necesidades de los pequeños, a lo que se suma lo que nosotros como adultos aprendemos de ellos. Reconozco que el aprendizaje es recíproco porque los niños son transparentes y nos proporcionan la certeza de toda una retroalimentación”.
Para Ramírez Guillermo, es evidente que la buena educación desde los primeros años resulta primordial. “Debemos favorecer, estimular y sensibilizar a los niño a través de la música. Nuestra sociedad nos compromete a atender esta parte fundamental de manera integral, en medio de la violencia y apatía ante los trágicos acontecimientos que nos rodean a diario. Sensibilizar a los niños es parte de una formación que la música logra puntualmente”.
Entre los alumnos de la entrevistada que han logrado un sitio de privilegio en el contexto de la música internacional, se cuenta a Nathalie Ramírez Tovar, joven xalapeña que desarrolla su carrera en la India y que se ha especializado en el estudio e interpretación de las flautas regionales.
“Es una artista muy destacada y querida, recientemente estuvo en Xalapa para ofrecernos conciertos con instrumentos originales de la India. Fue mi alumna, primero en el CIMI y después en la Facultad de Música. Le quiero mucho y le recuerdo con enorme agrado. Verla realizada profesionalmente es una de las enormes satisfacciones que el CIMI nos aporta como enseñantes. Los niños de este centro desarrollan su pensamiento y capacidad de apreciación de forma por demás singular; soy una convencida de que contarán con mejores útiles prácticos para enfrentar a la vida porque encuentran allí un área de múltiples oportunidades.”