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Universidad Veracruzana

 Alfredo Ávila, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso en la Universidad Veracruzana (UV) que a nivel nacional las instituciones de educación superior forman muchos historiógrafos e investigadores; sin embargo, menos del 10 por ciento de los egresados de licenciatura se dedican a eso. 

“Estamos formando muchos historiógrafos y muchos investigadores y qué sucede cuando salimos a la parte profesional, resulta que menos del 10 por ciento de los jóvenes que egresan de una carrera de Historia se dedicarán a hacer investigación. ¿A qué se dedican el grueso de los egresados? Cerca del 50 por ciento a la docencia. 

Alfredo Ávila fue el primer conferencista magistral del XIV Encuentro de la Red Nacional de Licenciaturas en Historia y sus Cuerpos Académicos (Renalhica) y del VIII Encuentro Iberoamericano de Licenciaturas en Historia, los cuales se desarrollan entre el 28 y el 31 de agosto en la Facultad de Historia de la UV. 

Como parte de sus planteamientos, comentó que, pese a que la mitad de los egresados de Historia se dedicarán a la docencia, hay instituciones cuyo programa contempla mínimamente asignaturas dedicadas a la didáctica de la historia o de métodos pedagógicos para su enseñanza. 

Precisó que alrededor de20 por ciento de egresados se insertan a laborar en museos y casas de cultura, con lo que se aprecia la importancia de replantearse las expectativas y las posibilidades reales para que los jóvenes se formen. 

“¿Esto significa que deberíamos dejar de lado la investigación y empezar a asumir que solamente unas cuantas personas ocuparán puestos de investigación? No. Pero sí creo que es importante reforzar las otras salidas profesionales”, dijo. 

Para él, un caso interesante que puede analizarse es el del Instituto de Investigaciones “Dr. José María Luis Mora, que abrió una carrera tanto de licenciatura como de posgrado en la cual se enseña historia y no hay énfasis en la investigación, sino en la divulgación y en la enseñanza de la historia, lo cual no significa que se dejó de lado la investigación, aclaró, pues al revisar el currículo se aprecia que hay suficiente sobre ésta y la apuesta es que si se quiere formar a buenos divulgadores, museógrafos y profesores de historia, tienen que saber hacer investigación. 

También habló del Doctorado en Historia Aplicada del Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE). “Significa ponerle mayor atención a las salidas de la investigación histórica; no es solamente aprender a investigar, sino también a organizar y divulgar”. 

Otro aspecto en el que abundó es el de los archivos, pues muchos de los egresados de Historia logran insertarse en ese rubro, más aún si se considera la nueva Ley General de Archivos, que exige la participación de especialistas en las transferencias documentales y organización de archivos históricos. 

“Se está exigiendo que todas las dependencias y sujetos obligados –no solamente los federales, sino estales, municipales y en general todos aquellos, incluso privados que reciben financiamiento público– deben tener un archivo histórico y protocolos de transferencia documental del archivo de concentración al archivo histórico. Ahí hay un campo de trabajo que no hemos sabido explotar.” 

 

Evitar la endogamia 

Alfredo Ávila profundizó en la importancia de fomentar el intercambio académico, “evitar que los jóvenes que hacen la carrera de Historia en la UV o en la UNAM hagan el posgrado en la misma institución, el intercambio es fundamental para formar nuevos historiadores, pero para eso se requieren recursos y éstos son cada vez más limitados”. 

Un aspecto que va en el mismo sentido es que en la mayoría de las licenciaturas en Historia lo que se enseña es historia de México y se vuelven especialistas de ésta, cuando la tendencia es la historia global. 

“Me parece que la tendencia más significativa –ustedes saben que en historia hay modas– y que a México todavía no llega fuerte, aunque ya hay trabajos importantes, es la historia global; que no significa historia del mundo, significa historia con una perspectiva global.” 

Remarcó que no se trata de volver al enciclopedismo y a manera de ejemplo citó la obra Tierra adentro, mar en fuera. El puerto de Veracruz y su litoral a Sotavento, 1519-1821, de Antonio García de León. “Es una historia del puerto de Veracruz, pero también es una historia global; ésas son las tendencias”. 

Para él, un egresado de Historia con visión global tiene más posibilidades de insertarse en el ámbito laboral. 

Una tendencia más es la historia contemporánea, lo cual en su opinión conlleva una serie de peligros, “el más importante tiene que ver con la confusión cada vez más latente entre historia y periodismo; estamos viendo cómo al llegar a estos temas los periodistas nos comen el mercado”. 

En ese sentido, dejó en claro que un historiador no investiga para dar a conocer, sino para explicar, y lo hace al considerar temporadas espaciales y temporales. 

Finalmente, Ávila destacó la divulgación de la historia en espacios como la radio, los medios electrónicos y redes sociales, cuyo problema es que en la actualidad lo hacen quienes no son profesionales de la historia. En ese caso, el tema es que nos están comiendo el mercado, pues los jóvenes y la gente cuando lee de historia lee a Francisco Martín Moreno”. 

La conferencia fue moderada por el director de la Facultad de Historia de la UV, Raúl Romero Ramírezy se desarrolló en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades.