Como parte del proyecto para rehabilitar la columna del Ángel de la Independencia tras los daños sufridos por los sismos de septiembre de 2017, anoche comenzaron los trabajos para la colocación de un sistema de andamiaje estructural que permitirá elaborar un proyecto integral para la restauración del monumento.
La instalación del andamio, diseñado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, durará una semana y está a cargo de la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de México, en coordinación con la Comisión para la Reconstrucción y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Esta noche en coordinación con @SOBSECDMX, la Comisión para la Reconstrucción, la asesoría técnica y diseño de andamio a cargo del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se iniciará la colocación del andamio en el Ángel de la Independencia, con supervisión y autorización del INBAL. pic.twitter.com/DqvacjxNFY
— Suárez del Real (@SuarezdelReal1) September 12, 2019
Los trabajos también cuentan con la supervisión y autorización técnica de la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Los estudios incluyen pruebas de ultrasonido y de radar de penetración, revisión de los materiales internos de acero; pruebas de vibración ambiental para determinar las propiedades dinámicas de la estructura, y estimación de las velocidades de las ondas de corte en el terreno, medición de los espesores de las placas (de manera similar a la que se realizó en 2006), revisión de calidad en soldaduras y levantamientos con escáner 3D.
Asimismo, se realizarán pruebas de laboratorio de las propiedades mecánicas de la piedra con la que se encuentra revestido el fuste de la columna, nivelaciones topográficas, estudios geotécnicos de las condiciones de cimentación y una medición de la verticalidad de la columna.
Los procedimientos de la Ruta de Trabajo para la Rehabilitación Estructural de la Columna de la Independencia tendrán una duración de cuatro meses, durante los cuales también serán colocados refuerzos estructurales interiores y exteriores en el fuste del monumento.
Al finalizar esta etapa, habrá una segunda fase de intervención definitiva que devolverá al monumento la estabilidad estructural que resultó mermada por los sismos de hace dos años, con el objetivo de asegurar su plena conservación.
Se estima que el monto necesario para ello será de entre 11 y 13 millones de pesos. Durante estas intervenciones no se tocarán aspectos relativos a la restauración de elementos arquitectónicos y artísticos del exterior del monumento.