María Cristina Mac Swiney González, investigadora adscrita al Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), participó en el 18º Congreso Internacional de Murciélagos, donde presentó resultados de la investigación de Pedro Aguilar Rodríguez, egresado del Doctorado en Ecología Tropical del Citro, a quien asesoró en su tesis. “Es un excelente estudiante y ganador de diversos premios por este trabajo”, comentó en entrevista.
El evento se realizó en agosto en la isla de Phuket, Tailandia. Es organizado cada tres años y en una sede diferente, con la finalidad de que la mayoría de los especialistas en murciélagos participen y presenten sus resultados más recientes.
La ponencia que presentó la investigadora de la UV versó sobre una revisión que se hizo sobre el estado que guarda la interacción entre las bromelias (plantas epifitas) y los murciélagos. En el estudio participaron como coautores Thorsten Krömer, investigador del Citro, y José García Franco, investigador del Instituto de Ecología (Inecol); Marco Tschapka, investigador de la Universidad de Ulm, Alemania, y Jeanett Escobedo Sarti, académica de la Universidad de Colima.
“Con los resultados obtenidos sobre la evolución de las bromelias se elaboró un árbol filogenético que muestra cómo en diferentes niveles dentro de la clasificación de las bromelias, varias especies convergen en la adaptación de que sean polinizadas por murciélagos.”
Mencionó que una de las características de estas bromelias es que abren crepuscularmente o en la noche; son de colores pálidos, regularmente duran toda la noche y dependen de la polinización de los murciélagos para la producción de frutos, lo que permite un intercambio genético.
“Al tener este tipo de reproducción se garantiza que existe un flujo genético, evitando la pérdida de la diversidad genética. Cuando las plantas se reproducen de manera asexual, por clonación, se obtienen cultivos de una misma variedad, esto ocasiona que ante la llegada de una plaga o de condiciones derivadas del cambio climático, no tengan manera de resistir o adaptarse.”
Por lo que tener plantas recombinadas de forma natural, con la ayuda de polinizadores –en este caso de murciélagos–, resulta relevante sobre todo porque los ecosistemas han cambiado, los bosques son talados y cada vez hay menos bromelias, plantas importantes para los bosques de montaña.
En los ecosistemas de montaña, las bromelias ayudan en la captación de agua, son refugio para una diversidad de animales e insectos, proveen agua durante la temporada de sequía y son alimento para los animales, “con este estudio buscamos contribuir un poco más al conocimiento de estas plantas”.
Reiteró que el estudio es una revisión sobre la polinización de bromelias por murciélagos, cuántos trabajos hay, cuántas especies quedan pendientes de estudiar, y una de las cosas más importantes –aunque hay varios reportes– es que aún queda pendiente la confirmación de la polinización por murciélago de muchas bromelias.
Importancia de los congresos científicos
María Cristina Mac Swiney González, consideró que es importante apoyar e impulsar a los jóvenes universitarios a participar en congresos científicos nacionales y/o internacionales, porque enriquecen su formación académica y amplían su red de colaboración en investigación.
Mencionó que es partidaria de que los estudiantes e investigadores asistan a los congresos científicos, no sólo por lo que pueden aprender a través de las ponencias y conferencias magistrales, sino porque en ellos se presenta lo más avanzado en tecnología, genética e implementación de equipo para estudiar flora o fauna, que en su caso serían los murciélagos.
“En mi caso hablamos de estudios con uso de radios GPS que se colocan en los murciélagos muy pequeños, como el caso de una estudiante israelí que los puso en una madre murciélago frugívoro y su cría, para entender cómo aprenden a elegir en qué sitios comer.”
Así como este estudio, hay una variedad de conferencias que ofrecen resultados que resultan muy interesantes para los jóvenes, además tienen la oportunidad de entablar redes de colaboración con investigadores y estudiantes de diversas partes del mundo.
“Son una gran ventana de oportunidad académica y profesional, no sólo pierden el miedo a hablar en público, pueden dar a conocer los resultados sobre sus investigaciones, socializan con sus pares y les puede brindar –futuras– oportunidades de estancias de investigación.”
Adelantó que el próximo año tendrá lugar el Congreso Latinoamericano de Murciélagos, en Mérida, Yucatán, por lo que invitará a sus alumnos a que participen.
Por: Paola Cortés Pérez