Con un último enfrentamiento entre moros y cristianos, este jueves llegaron a su culminación las fiestas en honor a San Mateo en este municipio de la zona centro de Veracruz.
A diferencia de las representaciones que tienen lugar desde el pasado 23 de septiembre, durante el día, en la llamada “novena”, del 3 de octubre, todos los grupos recorren las calles aledañas al zócalo de la población, acompañados de antorchas, dando un toque mágico a esta fiesta.
El “hueso”, en una urna, encabeza la procesión de cientos de almas que ataviadas con máscaras, penachos, trajes, disfraces y música, se enfrentan a “planazos” con espadas de madera en contra del invasor, y salen triunfantes a recorrer las calles, acompañados por sendas antorchas encendidas, culminando la celebración en el zócalo de la población.
Llama la atención la efusividad de las familias naolinqueñas, que participan de la fiesta con gran fervor, prestando sus casas, sus hijos, sus ropas, para sumarse a la procesión.