Con música, flores y comida, las familias xalapeñas recordaron este 2 de noviembre.
Puño de Tierra y Cruz de Madera son las canciones que más sonaron dentro del panteón xalapeño, a donde año con año los músicos, principalmente norteños, acuden a ofrecer melodías que las personas dedican a sus padres, hijos, familiares o amigos en sus tumbas.
“Otros años hay un poquito más, pero ahora no”. “Puño de tierra, Cruz de madera, Qué falta me hace mi padre, Dos coronas a mi madre…”, esas son las canciones más pedidas de acuerdo al músico José Ascencio Ortiz
Lo secundó su colega Rogelio Hernández quien dijo, “Creo que este año está la economía muy baja, pero sí van pidiendo. Lo que más piden es Puño de Tierra, Cuando yo quería ser grande, Cruz de Madera, son las más usuales para esta ocasión”.
Recordar a quienes partieron, con la música, alimentos y cosas que disfrutaron en vida son costumbres que se aprenden y se siguen fomentando de generación en generación en las familias.
Algunos asistentes a los cementerios comentaron: “Pusimos flor de cempasúchil, el moco de pavo, siete velas, flores, sus girasoles que siempre necesitaba y rosas, que eran las que le gustaban mucho”.
De acuerdo a la tradición de nuestro país, cada 2 de noviembre las almas de los difuntos retornan, por ello, además de esperarlos en las casas donde vivieron, con ofrendas de comida, se visitan los panteones donde moran los restos y adornan las tumbas con flores.
De esta forma las familias se reúnen y conviven en vida, recordando a sus seres queridos, queridos difuntos.
