El arte contemporáneo a veces es complicado de entender, y otras veces, hay que decirlo, roza lo absurdo. Esta es una de esas historias que pueden demostrarlo.
Maurizio Cattelan es un artista italiano que ha generado varias obras polémicas. En su primera exposición en 1991, presentó “Estadio”, una mesa de futbol muy larga donde un equipo eran jugadores blancos de un conjunto local que se enfrentaban a un grupo de trabajadores senegaleses.
Aunque esto nos pueda parecer ingenioso, su obra se ha ido haciendo un poco más “minimalista”, por así decirlo. Su última obra ha sido un plátano pegado con cinta aislante a la pared que se ha vendido por 120 mil dólares en una Feria celebrada en el museo Art Basel de Miami Beach.
120 mil euros, un plátano. Lo repetimos. Y esperemos que no esté leyendo esto ningún frutero. Pues bien, con la obra expuesta, otro artista llamado David Datuna y natural del Estado de Georgia (EU) ha irrumpido en la exposición, lo ha despegado y se lo ha comido.
“Es una performance, artista hambriento”, decía Datuna mientras las cámaras grababan cómo se comía la fruta.
Datuna ha sido acompañado por la seguridad y no recibirá denuncia alguna, aunque sí que se le ha prohibido que vuelva a entrar a la feria.
Los responsables del museo han asegurado que la pérdida del plátano no resta valor a la obra, ya que estaba planificado que se fuera cambiando cuando este comenzara a madurar demasiado.
Cosas del arte.