Gerardo Alarcón Campos, quien desarrolla su trabajo recepcional para obtener el título de Licenciado en Sociología de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que en el estado de Veracruz hay una tradición política centralista, en la que hasta la fecha se niega la existencia de grupos guerrilleros.
En su tesis, titulada“Violencia y resistencia. La guerrilla en Veracruz 1972-2016”, bajo la dirección del académico Aldo Colorado Carvajal, Gerardo Alarcón hace una reconstrucción histórica de los movimientos armado: “Empiezo con una recapitulación de una pretendida célula armada del Partido de los Pobres (PP) de Lucio Cabañas, que se intentó implantar en Actopan; posteriormente hay un suceso que no está muy cubierto por la historia de este movimiento, que es el del Frente Armado del Pueblo, una organización político-militar que se estableció en los límites de las huastecas veracruzana e hidalguense.”
Lo importante del Frente Armado del Pueblo es que surgió como un proyecto conjunto entre el Movimiento de Acción Revolucionaria –grupo entrenado en Corea del Norte que es descubierto en Xalapa– y el PP.
El resultado fue el nacimiento de una organización militar que estaba conformada principalmente por campesinos, indígenas y jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural “Luis Villarreal” de la comunidad El Mexe, en el estado de Hidalgo.
En este caso, se sabe de la “trágica represión” que en 1974 protagonizaron sus integrantes: “Hubo un desplazamiento militar que ha sido negado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Hubo solicitudes de información respecto a los movimientos militares y la Sedena niega todo”.
Sin embargo, cita el entrevistado, en los expedientes referentes a la Dirección Federal de Seguridad que están en el Archivo General de la Nación sí mencionan los movimientos militares y hasta están los nombres de los generales a cargo, uno de ellos es Francisco Quiroz Hermosillo, acusado junto con Mario Arturo Acosta Chaparro de ejecutar crímenes de lesa humanidad en Guerrero.
“Hay fichas, declaraciones firmadas de maestros y campesinos que están en calidad de desaparecidos. Fueron detenidos y desaparecidos y sus familiares todavía hasta 1982 estaban reclamando su presentación con vida. Nunca tuvieron éxito.”
En el caso de Xalapa, citó un incidente de 1971: descubrieron una escuela del Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR). Un grupo que surgió de unos estudiantes de la Universidad de la Amistad de los Pueblos “Patricio Lumumba” de la Unión Soviética.
“Este grupo de mexicanos ve la situación en México y piensan que es importante hacer algo, armar una respuesta militar para derrocar al régimen. Ellos encontraron apoyo en el Gobierno de Corea del Norte y los entrenó. Volvieron a México e intentaron crear una insurrección, pero para eso primero reclutaron jóvenes y los concentraron en estas escuelas que había de formación político-militar.”
Una de esas escuelas estaba en Xalapa; no obstante, el dueño de la casa de seguridad que rentaban para tal fin, ubicada en la calle Victoria, era de un policía judicial (otros citan que era ex policía judicial: https://bit.ly/2OZeqQk) y se percató de movimientos irregulares, inspeccionó el inmueble y encontró propaganda, un arma, planos, manuales de explosivos.
Esto desencadenó una polémica internacional a grado tal que expulsaron a cinco diplomáticos de la Unión Soviética, aunque ésta no había estado involucrada en el suceso.
Otra organización que tuvo presencia en Veracruz fue la Liga Comunista 23 de Septiembre, concretamente en el sur de la entidad. Incluso, en 1973 protagonizaron un enfrentamiento contra el Ejército Mexicano en Acayucan, donde les identificaron una casa de seguridad.
Incluso, el Ejército ocupó la cabecera municipal ante la prevención de que bajaran los grupos de guerrilleros de la sierra a pretender tomar el pueblo.
El entrevistado comentó que si bien la investigación abarca toda la entidad y por varias décadas, se ha encontrado con información de baja calidad argumentativa al respecto.
“A nivel de estudios regionales o de movimientos sociales y nacional sobre movimientos armados no hay nada sobre Veracruz”, dijo; pese a que hay poca información, él sostiene que la guerrilla en esta entidad “es una realidad, que hubo y que hay.”
Para muestra, citó al Ejército Popular Revolucionario (EPR), que en 2007 atentó contra los ductos de Petróleos Mexicanos en Omealca, Córdoba y La Antigua; fue una manera de presionar al Estado mexicano por la desaparición forzada de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, militantes de alto rango del EPR.
El hecho tuvo como resultado una comisión de mediación donde participaron intelectuales como Rosario Ibarra, Miguel Ángel Granados Chapa y Carlos Montemayor; sin embargo, tal organismo no tuvo éxito y ambos luchadores sociales siguen desaparecidos.
Para Alarcón Campos es necesario entender y estudiar esas luchas sociales que van más allá de los marcos democráticos del Estado. Mencionó a Nelson Mandela (Sudáfrica, 1918-2013) y el movimiento que encabezó –quien entre sus frases célebres tiene ésta: “Cuando decidimos tomar las armas fue porque la única opción restante era rendirse y someterse a la esclavitud”.
El universitario añadió: “Estas expresiones no nacen de la noche a la mañana, no son procesos espontáneos. Como dijo Carlos Montemayor: son la culminación de distintos procesos sociales. La violencia no nace como un impulso irracional, sino simplemente que ante la cerrazón de los canales de comunicación democráticos o de las instituciones por las demandas populares, dejan a los pueblos sin mayor opción que la violencia.”
Por: Karina de la Paz Reyes Díaz