Después de que en 2018 la Universidad Veracruzana (UV), a través del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) y la Facultad de Estadística e Informática (FEI), lanzara una encuesta en línea sobre los riesgos clínicos y psicosociales del cáncer de mama (Cama), actualmente se busca dar seguimiento y brindar una atención más integral a las mujeres que enfrentan esta enfermedad.
La encuesta forma parte de un proyecto integral implementado en 2014 dentro del área de biología y salud integral del IIB, y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre el tema de cáncer de mama, dio a conocer Tania Romo González de la Parra, investigadora del IIB.
El propósito de esta plataforma virtual, disponible en: http://encuestas.uv.mx/IIB/CancerDeMama, es conocer los riesgos de índole clínico y psicosocial para desarrollar este tipo de cáncer, considerada la neoplasia más frecuente en las mujeres pues presenta el 26 por ciento de la incidencia, el 14.5 por ciento de las muertes y el 36.4 por ciento de los casos prevalentes entre todos los tipos de cáncer comunes.
Se estima que en 2008 se diagnosticaron 1.38 millones de casos y, para ese mismo año, en nuestro país el 10.9 por ciento de los casos de cáncer estaban relacionados con tumores en las mamas.
Asimismo, ocupa el segundo lugar en prevalencia a nivel nacional y es el primero si se toma en cuenta únicamente a la población femenina, concentrándose el mayor número de casos entre mujeres de 50 a 59 años de edad.
También se ubica como la primera causa de muerte en mujeres de 20 años en adelante, con el 13.8 por ciento, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2013).
González de la Parra informó que mediante esta encuesta se han obtenido alrededor de 300 datos completos de mujeres, en quienes se han evaluado factores psicológicos como supresión, represión emocional y estrés.
Asimismo, destacan cuestionarios de datos clínicos relacionados con aspectos reproductivos y hábitos en el consumo de alcohol y tabaco, así como herencia, peso y talla.
De esta forma, se analiza el riesgo psicológico para presentar cáncer de mama; después se hace una combinación del clínico con el psicológico, y se da una recomendación.
En la búsqueda de otras estrategias que permitan un nivel de prevención o diagnóstico más temprano, la Doctora en Investigación Biomédica Básica por la UNAM dio a conocer que en colaboración con el Centro de Estudios y Servicios en Salud (CESS) se busca brindar una atención integral a las pacientes y no quede sólo en un diagnóstico.
Este espacio, ubicado en la región Veracruz, se creó para los estudiantes pero también brinda atención a la población en general a un bajo costo, a través de las áreas de medicina, psicología, odontología, nutrición y laboratorio.
“Lo que se ha hecho es detectar marcadores en el nivel psicológico, pero no una intervención para ver si mejora la salud de las mujeres con cáncer, son de las perspectivas de este proyecto a un mediano plazo”, dijo.
La idea es que si el resultado de la encuesta en línea les marca un riesgo alto, acudan al CESS para recibir atención psicológica y nutricional. Al respecto, indicó que el sobrepeso y la alimentación alta en carbohidratos, grasas, comidas procesadas y baja en fibras, se ha relacionado con el cáncer de mama.
Por su parte, Rosalba León Díaz, investigadora del Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) y que colabora en este proyecto, comentó que una parte de éste consistió en buscar anticuerpos en mujeres con patología benigna y sin Cama.
Explicó que los anticuerpos son moléculas que se producen todo el tiempo y por ello se pretende hallarlas para identificar de una manera más temprana a mujeres con indicios de presencia de Cama, aun cuando no haya una masa tumoral.
Asimismo, también se planteó introducir a este estudio la parte psicológica, que casi nadie toca; es decir, ¿qué pasa con la mujer que padece Cama?, ¿cómo está su psique?, ¿hay aspectos psicológicos que pueden influir en la enfermedad?
Resaltó la voluntad de dar continuidad a este proyecto, buscando factores de riesgo no contemplados en la parte clínica y que estén más orientados a mejorar los estilos de vida y los procesos de autovigilancia.
Al respecto, dijo que los datos clínicos no son seguros para determinar el diagnóstico de Cama, por eso se analizan esas otras vertientes como: la psicológica e inmune, desde el punto de vista de los autoanticuerpos, para hacer un diagnóstico un poco más completo.
Por: Claudia Peralta Vázquez
