El Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV) capacitó a estudiantes de licenciatura y posgrado de esta casa de estudios, del Instituto Tecnológico de Xalapa y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en programación aplicada a la biología, mediante el Curso Internacional Biomaker-Universidad Veracruzana, que se realizó en la semana del 18 al 22 de noviembre de 2019.
Esta capacitación que se llevó a cabo en el Inbioteca, fue impartida por Mario Alberto Arteaga Vázquez, catedrático de esta entidad académica, y Jim Haseloff, investigador principal del Departamento de Ciencias de las Plantas en la Universidad de Cambridge.
Alberto Arteaga mencionó que el curso ocurrió en el marco de la iniciativa Biomaker creada por Jim Haseloff, cuyo objetivo es reunir una serie de herramientas modernas que permitan a profesionistas no familiarizados con la programación, construir instrumentación con interfaces de usuario sofisticadas para detectar y controlar parámetros biológicamente relevantes.
Compartió que fue organizado y financiado con apoyo de la Real Sociedad Inglesa, a través del proyecto “Engineering small rna-based gene regulation pathways in the primitive plant Marchantia polymorpha”, que es codirigido por él y Jim Haseloff.
El académico destacó que este curso tuvo como punto de partida el empleo de un kit con componentes compatibles con open-source hardware basado en Arduino –compañía de desarrollo de software y hardware libres–, en combinación con el lenguaje visual de programación XOD.
Explicó que este kit se conecta a diferentes sistemas que permiten hacer programación de manera visual, y a través de la interfaz XOD los estudiantes aprenden a medir diversos parámetros ambientales como la humedad, temperatura y calidad de luz.
“Por medio de este kit puede aprenderse a percibir las señales que manifiesta una planta, y con base con ello construir máquinas que puedan responder a ellas”, enunció.
Alberto Arteaga puntualizó que este curso mostró que se pueden crear sensores que registren en tiempo real la cantidad de agua en el sustrato y la calidad de sus nutrientes, y que en temporada de sequía midan la temperatura y respondan de manera eficaz a ese cambio.
Jim Haseloff declaró que la capacitación enseñó cómo los sistemas biológicos pueden ser tratados de una manera más constructiva, para lo que es necesario entenderlos y posteriormente manipularlos.
Afirmó que a través de la iniciativa Biomaker se han podido desarrollar sistemas que no están diseñados en torno a texto sino a interfaces gráficas, lo que permite a los biólogos interactuar directamente con la electrónica y la programación, y hace que sea mucho más fácil para ellos programar la construcción y manipulación de la electrónica y el software.
“A medida que la iniciativa Biomaker adquiere más conocimiento sobre biología, se adquiere la capacidad de construir cosas en un contexto biológico, lo que es de suma importancia para actividades como la agricultura”.
Arihel de Jesús Hernández Muñoz, estudiante de la Maestría en Ciencias Bioquímicas de la Universidad Nacional Autónoma de México que asistió a este curso, expresó que fue muy gratificante aprender a programar a través de un lenguaje gráfico, ya que es mucho más sencillo que hacerlo por medio de texto.
El joven relató que trabaja en un proyecto de tesis que aborda la evolución de la comunicación entre el cloroplasto y el núcleo de una célula, por lo que espera aplicar lo que aprendió.
Grecia López Ramírez, estudiante de la Maestría en Ciencias en Ecología y Biotecnología del Inbioteca, comentó que, aunque nunca había trabajado con programación no le fue complicado familiarizarse con el equipo, ya que le brindaron herramientas y tutoriales que le mostraron cómo hacerlo.
“El que Jim Haseloff viniera a brindarnos esta capacitación fue algo muy valioso, ya que es un profesionista con mucha experiencia en este rubro”, expresó.
Por: Carlos Hugo Hermida Rosales