Sergio González Varela, investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), ofreció la conferencia “Más allá del cuerpo: pensando una metodología ‘ontográfica’ para el análisis estético del ritual de la capoeira”, con la cual inició el semestre de la Maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación (MECC) de la Universidad Veracruzana (UV).
Este ejercicio académico se desarrolló el 28 de enero y fue moderado por el coordinador de dicho posgrado, adscrito al Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), Carlos Alberto Casas Mendoza.
González Varela, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la UASP habló de la metodología ontográfica: “Mover la discusión de ‘¿cómo conocemos?’ hacia una pregunta más fundamental, ‘¿qué estamos tratando de encontrar?’; una pregunta sobre la alteridad”. Para él, se trata de replantear el problema del otro sin dejarlo exclusivamente como un tema epistemológico.
Comentó que la capoeira tiene su origen en el estado brasileño de Bahía; cuya capital, el puerto de Salvador, lo fue también del Imperio portugués, punto de entrada de esclavos procedentes de África Occidental.
En la década de 1930, se institucionalizó el estilo «regional» de la capoeira, más enfocado a la competencia. En respuesta, los años 40 surgió el “Angola”, que recupera elementos rituales y tradicionales y está ligado a religiones como el candomblé. En 1970 emergió el estilo “contemporáneo”, una combinación de los dos anteriores, más orientado a la disciplina deportiva.
El autor de Capoeira, Mobility and Tourism: Preserving an Afro-Brazilian Tradition in a Globalized World (2019), subrayó que más allá de las versiones sobre el origen del nombre del estilo “Angola”, hay marcados elementos que lo hacen diferente al “regional”: depende de la figura del mestre (maestro), es ortodoxa y rechaza el cambio: “Es como un microcosmos ritual que genera toda una forma de conducir el cuerpo, una lógica, una serie de moverse y actuar”.
Un elemento más es el engaño, que se da cuando uno de los dos capoeristas finge que se retira, mira para un lado y va para otro, simula avanzar y en realidad retrocede, mientras ambos son rodeados por un grupo de músicos (roda): “En el caso de las religiones afrobrasileñas, la idea del engaño se relaciona con la conceptualización de la vulnerabilidad humana”.
Es más, “la lucha disfrazada de juego era una forma de ocultamiento que tenía como función despistar al amo y engañarlo cuando se preparaba una rebelión o un levantamiento contra él, decía el mestre Pastinha”, explicó el académico.