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Universidad Veracruzana

Estudiantes de la Licenciatura en Arqueología, coordinados por el académico Rodolfo Parra, hicieron el hallazgo en una barranca del municipio.

Aparentemente son manchas, el trabajo consiste en conocer lo que representan.

Karina de la Paz Reyes Díaz.

0 Estudiantes de la Licenciatura en Arqueología de la Universidad Veracruzana (UV) descubrieron arte rupestre en un abrigo rocoso ubicado en este municipio, mientras realizaban prácticas de campo como parte del Proyecto Arqueológico Río Los Pescados (PARP).

Los 10 universitarios que participan en la décima temporada de campo del PARP, coordinados por el académico Rodolfo Parra Ramírez, realizaron un trabajo arqueológico de prospección, que les permitió registrar varios asentamientos prehispánicos.

Tal es el caso de los sitios “El Cerrito de la caja de agua” y “El Fortín”, donde hallaron cerámica precolombina y fragmentos de obsidiana proveniente de la región y del altiplano, lo que permite plantear que sus pobladores tuvieron contacto con asentamientos lejanos.

También identificaron varios abrigos rocosos, uno de ellos llamó la atención del académico y los estudiantes porque tiene evidencias de actividad humana: pintura rupestre en sus paredes y cerámica con engobe decorada.

“Aparentemente son manchas y nuestro trabajo es saber qué dan a entender”, señaló Rodolfo Parra. “Esto no es natural, es cultural. Tienen un radio y forma circular.

”Hay manchas aquí y acá. Mi hipótesis es que se trata de la representación del firmamento. ¿Pero en razón de qué?, de un evento astronómico o agrícola, de una sequía, una temporada de lluvias o simplemente es un mapa para guiarse.”

Los futuros arqueólogos con el académico Rodolfo Parra

Las manchas fueron plasmadas con mineral, probablemente almagre (óxido rojo de hierro) y se aprecian en todo el abrigo rocoso; pero es en el extremo de mayor altura, al filo de la barranca, donde más se concentran.

“Esto nos habla de un área específica del abrigo. Ahora necesitamos muestrear y estudiar los materiales”, aclaró el académico.

En dicha área hay una capa blanca sobre la cual se ubican las manchas rojas, como si hubieran preparado la pared para pintarla.

Se trata de 80 puntos aparentemente dispersos y 20 en forma de círculo, que podrían representar una constelación.

Ante estos datos, el académico resaltó que los aztecas tenían un sistema de numeración vigesimal; también explicó la importancia que probablemente tuvo el lugar.

“En la época prehispánica, las cuevas eran consideradas la boca hacia el inframundo, el interior de la Tierra. Dependiendo de las evidencias que tengamos, podemos dar cierto estatus a un abrigo rocoso, ya sea como lugar de resguardo o ceremonial.”

Maryan Ojeda y Mónica Olvera fungieron como dibujantes

Importancia del hallazgo

El descubrimiento de arte rupestre es tan importante como el de un basamento piramidal, porque ambos hablan de actividades y de un momento de la historia, explicaron los estudiantes y el académico.

Señalaron que no es posible determinar qué uso tenía el abrigo rocoso ni cuándo se pintaron las manchas. Para ello es necesario ampliar la investigación e incluso realizar trabajos de excavación, esto último podría darse en la temporada de campo del PARP de enero de 2021.

Luego del descubrimiento, los estudiantes recabaron material arqueológico y calcularon las dimensiones del abrigo rocoso, tras georreferenciarlo y dibujarlo.

Midieron el diámetro de las manchas, la separación entre ellas, las alturas mínima y máxima en las que se ubican; analizaron las técnicas con las que probablemente fueron plasmadas –tentativamente por aspersión–, entre otras tareas.

Para ello pusieron en práctica lo aprendido en las experiencias educativas de la Licenciatura en Arqueología, como Fotointerpretación y Cartografía, Dibujo Arqueológico, Topografía y Seminario de Investigación.

Los universitarios utilizaron herramientas tecnológicas, como equipos GPS y drones

El PARP

El Proyecto Arqueológico Río Los Pescados inició en 2019 y está reconocido por el Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Hasta el momento, han recorrido mesetas, cañadas, planicies y lomeríos, donde han encontrado cuatro tipos de asentamientos humanos: sin vestigios arquitectónicos, con arquitectura, de vigilancia y abrigos rocosos, como el hallado en Tenampa.

En los primeros sólo hay presencia de material; los segundos tienen edificios de dos metros de altura que conforman plazas cívico-ceremoniales.

Los sitios de vigilancia presentan edificios de más de tres metros, con piedra trabajada, ubicados al filo de las mesas, desde donde se observan profundas cañadas de más de 200 metros de profundidad.

Los abrigos rocosos presentan evidencias de material arqueológico, concretamente cerámica. El identificado en Tenampa es el primero en su tipo que se registra desde que inició el proyecto.

El equipo recorrió alrededor de dos kilómetros para llegar al abrigo rocoso

La grandeza de Tenampa

El estudiante Emmanuel Hernández Sánchez remarcó que de no registrarse y salvaguardarse manifestaciones culturales como el arte rupestre descubierto, se perderán.

“Si no conocemos lo que está a nuestro alrededor, no entenderemos otras cosas; para eso estudiamos el pasado, para entender gran parte del presente. Nos ayuda a conocer a quienes poblaron estos sitios, cuál era su alimentación, las causas que ocasionaron su muerte, si hubo una epidemia, si tenían deficiencias nutricionales y todo ese tipo de cuestiones.”

Otro universitario, Ángel Valdivia Tlaxcalteco comentó que este tipo de hallazgos enriquecen la historia del lugar. “Se exaltan la grandeza y riqueza histórica y cultural de Tenampa”.

A su vez, Omar Eduardo Sánchez García manifestó: “Venimos a hacer una práctica de campo y con ello vamos adquiriendo experiencia. Nos da una idea del campo laboral de la arqueología”.

Añadió que la experiencia de campamento les enseñó a organizarse como equipo para resolver necesidades de supervivencia.

Los estudiantes coincidieron en que estos trabajos arqueológicos se suman a los de vinculación con la comunidad, por ello también impartieron talleres de tejido, música y dibujo.

“Mi hipótesis es que se trata de la representación del firmamento”: Rodolfo Parra, coordinador del proyecto

Apoyo del municipio

El PARP es el primer proyecto arqueológico que se desarrolla en Tenampa; por ello, la presidenta municipal, Olga Lidia Sánchez Reyes, celebró la labor de los estudiantes de la UV, quienes recibieron apoyo del Ayuntamiento y pobladores que sirvieron de guías en las barrancas y abrigos rocosos.

“Afortunadamente, vamos a conocer más del pasado y de los grupos culturales que aquí vivieron. Es importante que conozcamos nuestras raíces para rescatar nuestros valores culturales, pero sobre todo los que debemos tener como personas, porque cuando se pierde la cultura se pierde todo”, aseveró Sánchez Reyes.

El lugar amurallado

El municipio de Tenampa, que congrega a ocho comunidades, limita al norte con Tlaltetela y al sur con Totutla; su nombre proviene del náhuatl y significa “lugar amurallado”, por las pronunciadas barrancas entre las que se estableció el pueblo.

Su principal actividad económica es el cultivo de café y, recientemente, el de limón. Sin embargo, el oficio más antiguo del pueblo es la alfarería. De ello da cuenta la efigie colocada en la entrada de la cabecera municipal: una mujer rodeada de vasijas, con un tocado totonaco.

Metros más adelante se encuentra una iglesia en honor a San Francisco de Asís. Alrededor están las barrancas Mayatla, Santa Rita y Coyolito, desde donde es posible apreciar la flora, la fauna, las fincas de café y los limonares.

En este municipio de aproximadamente ocho mil habitantes, aún se conservan danzas tradicionales como Los Negritos, Los Toriterios y Los Rojos, que junto con la alfarería constituyen su patrimonio cultural.

Olga Lidia Sánchez, alcaldesa de Tenampa, celebró la labor de los estudiantes de la UV