El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) realizará –del 2 al 27 de marzo– el Censo de Población y Vivienda 2020, que por primera ocasión incluirá preguntas dirigidas a los afrodescendientes. Para Sagrario Cruz Carretero, investigadora del Instituto de Antropología (IA) de la Universidad Veracruzana (UV), es necesario que se intensifique la campaña al respecto y se sensibilice a la sociedad sobre el tema.
“Es importante que haya un registro estadístico considerable, porque implica presupuesto. Entonces, en la medida que haya un subregistro, hay menos dinero dedicado para esta ‘cartera’ ”, explicó la especialista en negritud.
La entrevistada aclaró que, si bien en la Encuesta Intercensal 2015 y en la Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017 se abordó el tema de la afrodescendencia, nunca antes lo había hecho el Censo de Población y Vivienda, cuya periodicidad es cada 10 años.
De acuerdo con el el apartado “Qué me van a preguntar”, “México es un país muy diverso, por lo cual necesitamos saber si alguno de los integrantes de la vivienda se considera a sí mismo afrodescendiente o negro, para identificar el tamaño y distribución de esta población y darle visibilidad”.
No obstante, la académica de la UV insistió en la necesidad de intensificar la difusión de dicho planteamiento, pues a la fecha son las asociaciones civiles que defienden a la comunidad afrodescendiente las que desarrollan esas acciones.
La Encuesta Intercensal del Inegi de 2015 precisó que en ese entonces existían un millón 381 mil 853 personas que se consideraban afrodescendientes; se trata del 1.2 por ciento de la población del país (705 mil son mujeres y 677 mil hombres).
La afrodescendencia está presente en todo el país, sobre todo en Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Ciudad de México y Estado de México.
Para Sagrario Cruz se sigue manejando, incluso en libros de texto del sistema educativo, que somos una nación bicultural (española-indígena), cuando en realidad hay presencia de muchas raíces culturales: de África, de Medio Oriente, China y Filipinas, por citar algunas, mismas que no se han visibilizado.
“Yéndonos a la parte afrodescendiente, es necesario hablar del tema no solamente desde la parte histórica –la esclavitud– o en términos folclóricos, sino de problemas como el migratorio, porque estas comunidades de origen africano están dedicadas a labores del campo que han colapsado a partir del Tratado de Libre Comercio, como el mercado del azúcar.”
La académica también hizo hincapié en el “altísimo índice de marginalidad” que generalmente presentan las poblaciones afrodescendientes del país. “Están en situación de rezago”, en materia educativa, de vivienda, empleo, salud y demás rubros que se consideran para determinar una vida digna, remarcó la investigadora de la UV.
Por: Karina de la Paz Reyes Díaz