Laura Bello Benavides, docente e investigadora del cuerpo académico (CA) Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad del Desarrollo, del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV), compartió que el actual aislamiento social por la pandemia de Covid-19 no le ha impedido o limitado el desarrollo de actividades académicas y de investigación, no obstante, consideró necesario repensar la educación en todos sus niveles.
Como colaboradora en el Seminario de Educación Ambiental, expuso que las condiciones académicas en las que se desarrolla son favorables para enfrentar los desafíos que la pandemia Covid-19 les ha impuesto en los procesos educativos escolarizados.
Toda vez que el grupo de estudiantes es reducido: siete personas, quienes cursan estudios de Maestría y Doctorado en Investigación Educativa y todas ellas cuentan con equipo de cómputo e Internet en sus casas.
“Las condiciones favorecen el trabajo académico virtual a través de plataformas como BlueJeans o Zoom. Esto ha permitido que las actividades que teníamos planeadas en el seminario se puedan desarrollar sin mayor contratiempo y que logremos los propósitos educativos. Existe sentido de corresponsabilidad y de cooperación en el colectivo que integra el seminario.”
Sin embargo, la académica aclaró que los procesos de socialización de contenidos –como análisis colectivo de teorías, presentaciones de investigaciones, entre otras actividades académicas que ahora realizamos de manera virtual–, cuando se desarrollan de manera presencial generan sinergias de comunicación que enriquecen los procesos educativos y que en el formato vía Internet no se pueden aprovechar.
“Por citar alguna, el hecho de ver la reacción del colectivo en cada intervención, aporta riquezas en la comunicación que desemboca en un mayor aprovechamiento de ese espacio educativo.”
En cuanto a su trabajo de investigación, las condiciones académicas son muy similares. En ese sentido, la interacción con el grupo de investigadores con quienes lleva a cabo el actual proyecto la realizan de manera sincrónica a través de las plataformas virtuales ya mencionadas y mediante correo electrónico.
Se trata de un proyecto que ganó una convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y está centrado en el fortalecimiento de vocaciones científicas, cuyo nombre es “Programa de educación para el cambio climático en formadores de profesorado en el estado de Veracruz”.
“El trabajo ha fluido bien. Sin embargo, las tareas de trabajo de campo que teníamos programadas para junio y julio tal vez tengamos que ajustarlas, eso nos retardará la generación de los productos que teníamos programados”, advirtió.
Para Laura Bello, la pandemia se ha configurado en lo que llaman un “hecho social total”; esto es, ha impactado y alterado todas las organizaciones sociales y a todas las personas en el planeta, aunque de manera diferenciada.
“La educación escolarizada no escapa a este fenómeno. Está poniendo a prueba no solo la organización, sino la educación en sí misma, sus propósitos y sus estrategias educativas.”
Para ella, una de las tareas en las que los sistemas educativos –en sus diferentes niveles– han de trabajar es en la organización y estructura, el diseño y la integración de espacios educativos virtuales en los programas; asimismo, programas de formación docente en este campo educativo.
En cuanto a los propósitos de la educación, sí se toma en consideración a sus diferentes niveles, consideró.
“Este fenómeno social nos obliga a reflexionar acerca de que los procesos educativos deben trascender la apropiación de contenidos, es preciso repensar la educación en el sentido de que estas nuevas realidades son ya parte de nuestras vidas y es preciso también generar procesos educativos para enfrentarlas y aprender a reducir sus impactos como individuos y como sociedad.”
Por: Karina de la Paz Reyes Díaz